Si existe una variedad famosa en Estados Unidos, ésa es la OG Kush. Líder de ventas y la variedad de cannabis medicinal más demandada en dispensarios, es también la más famosa que ha cruzado fronteras. OG Kush es a norteamérica lo que Skunk es a Holanda. Y es que son muchísimos los híbridos actuales que de un modo u otro contienen sus genes, incluyendo la nueva ola de variedades super potentes que llegan de este país como Banana OG, Sunset Sherbet, Girl Scout Cookies o Pink Panties.
Su origen es californiano y de éso no cabe duda. La versión más aceptada, es que fue un cultivador llamado John y residente en GRass Valley, quien a finales de 1993 se hizo con un clon de ChemDog. Éste, lo compartió con otros dos amigos cultivadores de Sunset Beacn, en el condado de Orange, llamados Jerry y Harold. Harold, decidió entonces combinarlo con una macho Lemon Thai x Old World Paki Kush.puso el macho de cruce que llevaba un ingrediente secreto: era un híbrido de Lemon Thai y una Old World Paki Kush.
El nombre OG según esta historia, hace referencia a una persona que tras fumar uno de los cogollos de este híbrido, le dijo a Harold que esa Kush fijo que había crecido en las montañas. Harold le respondió que no, que había crecido en el océano (ocean grow). Años más tarde Harold vendió parte de sus semillas a varios cultivadores de San Fernando Valley, que es donde se sitúa su fenotipo actual.
Existe otra versión, menos creíble y más comercial sin duda. OG sería la abreviatura de Original Gangster, término creado en los 90, cuando el grupo californiano Cypress Hill lo nombró en uno de sus temas. Hacía referencia al “original gangsta“, en argot una persona que había ido escalando puestos desde cultivador/productor de cannabis, hasta vendedor o también conocido como “boss”.
OG Kush como planta es bastante fácil de cultivar y resistente. Su estructuras es muy ramificada, llegando a alcanzar monstruosos tamaños cercanos a los 3 metros de altura, aunque generalmente se mantiene baja. Su sabor es una de sus mayores señas de identidad. Es intenso, algo fresco y presenta los clásicos toques a cítricos, tierra, combustible y especias, sabores que en gran parte heredan todos sus híbridos.
Los efectos son potentes, llegando a rondar el 22-24% de THC. Produce un intenso golpe tras la primera cala, como un zumbido físico y trance mental, bastante equilibrado pero fuerte. Como cannabis medicinal es muy demandada para tratar dolores crónicos, náuseas, cefaleas, depresión, ansiedad y el estrés. Como decimos, es número uno de ventas tanto en dispensarios como entre consumidores recreativos.