Limpiar un bong de vidrio o de cualquier otro material, en ocasiones es complicado. Pero será muy fácil con este sistema del que haremos.
¿Qué es un bong?
Cuando hablamos de consumo de cannabis saludable, la opción de fumar siempre se encuentra en última posición. Los motivos son obvios.
Son muchos los tóxicos producto de la combustión los que terminarán en nuestros pulmones, especialmente alquitrán.
Una opción mucho más saludable para aquellos entusiastas del humo es un bong, un accesorio con miles de años de antigüedad.
Historia del bong
Hace unos años en los yacimientos arqueológicos de Scythianm en Rusia, se descubrieron algunos de estos artilugios del siglo V a.C.
Los bongs se cree que se desarrollaron en Tailandia y estaban elaborados de bambú. No en vano bong es el término tailandés con el que se refieren al bambú.
Con los años fueron evolucionando en cuanto a materiales de construcción. Y esto se hacía en base al estatus social de cada individuo.
En china por ejemplo, la nobleza usaban bongs de plata con ornamentos e incluso joyas. Mientras que la clase media los usaba de latón o cobre. Y los campesinos hacían sus bongs de bambú.
También llamada pipa de agua, su funcionamiento es muy simple. Dejando de lado su forma y tamaño, que pueden ser muy diversos, todo bong consta de dos orificios,.
Uno es la cazoleta donde se introduce la hierba. El otro orificio es por dónde se inhala. Y en su interior se encuentra un depósito que se llena de agua.
Cuando inhalamos, la presión negativa hace que el humo atraviese la cámara de agua produciendo un burbujeo en su interior.
Los elementos deseables de la marihuana, como cannabinoides y terpenos, no son solubles en agua, así que atraviesan el bong en forma de humo enfriado en forma de vapor que luego absorben los pulmones.
En el agua, tiñéndola de marrón y volviéndola asquerosa, se quedan las cenizas, diminutas partículas de materia orgánica sin quemar y alquitranes.
El resultado es un humo más fresco y sobre todo más limpio, ya que el agua retiene parte de los tóxicos, como se podrá comprobar en su color una vez hayamos terminado de fumar.
Cómo limpiar un bong
Hoy en día los bong llegan a ser auténticas obras de arte, especialmente los de vidrio soplado a mano. Es por ello que para limpiar un bong de este estilo, hay que hacerlo con mucho cuidado dada su fragilidad.
Las superficies interiores tienden a ensuciarse rápidamente debido a los componentes del humo. Se forma una capa oscura, pegajosa, de mal olor e incluso que deja mal sabor con el tiempo.
Ésta está compuesta por resina del propio cannabis, pero también por la combustión de la materia vegetal. Y llegar a ser muy complicado alcanzar todos los recovecos interiores para limpiar el bong y dejarlo como nuevo.
Lo más común que se usa para la limpiar un bong de vidrio, es alcohol isopropílico. Es un producto que no deja ningún tipo de residuo cuando se evapora.
Además es totalmente fiable, ya que se usa en la industria farmacéutica. Con la ayuda de un bastoncillo de algodón empapado en alcohol podremos llegar a los sitios más fáciles como la boquilla o la cazoleta para la hierba.
Pero el interior del bong como decimos es más complicado por su incómodo acceso. Para ello, basta usar un poco de sal común.
La sal común es un buen sistema casero para la limpieza interior de los bongs, además de que no es un material que dañe el vidrio.
Para ello añade en el interior del bong un buen chorro de alcohol junto a un par de cucharadas de sal. La proporción variará mucho dependiendo del tamaño del bong.
El método consiste en agitar el bong fuertemente para que el alcohol por un lado ayude a ablandar la capa resinosa. Y la sal, que no se disuelve en el alcohol, actuará como una lija llegando a todas las zonas y desincrustar la suciedad.
Pero ten en cuenta que el alcohol se evapora rápidamente. Así que lo mejor es meter el bong en el interior de una bolsa bastante resistente antes de agitarlo. Por ejemplo una bolsa con cierre zip.
También se puede usar arroz, aunque por su mayor tamaño no será posible que llegue a todos los lugares donde la suciedad se ha acumulado.
Para terminar, vaciamos con cuidado el bong y volvemos a repetir la operación para darle una segunda limpieza si fuese necesario.
Para terminar, lo aclaramos bien con agua caliente y lo ponemos a secar boca abajo sobre papel absorbente. También puedes usar alcohol limpio para el último aclarado.
Una vez el bong esté seco, estará listo para volverlo a usar. Ya te decimos que habrá una notable diferencia en el paladar si eres de los que no acostumbra a limpiarlo.
Conclusión
Limpiar un bong es el primer paso para poder disfrutar de una agradable experiencia. La suciedad que se acumula con su uso afectará muy negativamente al sabor. Además que visualmente no es agradable ver un bong o pipa de agua cubierta de una repugnante capa de chapapote. Si lo haces con el método que te proponemos, mantendrás tu bong como el primer día en apenas unos minutos.
