Para evitar el comercio ilegal de cannabs en Holanda, varias ciudades comenzarán con la producción legal de cannabis para sus coffeeshops. Las diez poblaciones elegidas son Groningen, Maastricht, Nijmegen, Arnhem, Zaanstad, Heerlen, Hellevoetsluis, Breda, Tilburg y Almere.
El comité que ayudo a establecer este experimento, fué el que recomendó oficialmente a esta diez ciudades de los Países Bajos. Posteriormente fueron los Ministros de Salud, Bruno Bruins, y Justicia y Seguridad, Ferdinand Grapperhaus, los que aceptaron la ciudades propuestas. Estos municipios serán los encargados de proporcionar cannabis a 80 coffeeshops.
Ciudades fronterizas
Las ciudades Breda, Maastricht y Heerlen fueron designados como “municipios fronterizos” al estar situadas en la frontera. Por lo tanto, los coffeeshops de estas tres ciudades no podrán vender cannabis a extranjeros, por motivos fronterizos. evitando así el turismo de drogas.
Se creará un grupo de control de municipios en los que el cultivo de cannabis no está regulado. Éste será monitoreado para poder comparar los resultados de ambos grupos. Todavía no se han elegido las ciudades que pertenecerán a este grupo.
Las grandes ciudades no participan
Aunque hubieron mas de veinticinco ciudades que se inscribieron en este programa piloto o experimento, las grandes ciudades holandesas como Ámsterdam , Rotterdam, Utrecht y La Haya no lo hicieron. Éstas, alegaron problemas con la forma de realizar el experimento, ya que todos los coffeshops de la ciudades deberían participar. Como ejemplo, solo Amsterdam tiene más de 160 de estos locales. Y, todos ellos deberían evitar el actual sistema ( de puerta trasera) con los problemas que esa medida podría generar en la actualidad, comentó ya el pasado año el alcalde Femke Halsema.
Control total de la producción y etiquetado
El proyecto-experimento de abastecimiento de los coffeeshops también busca evitar las perdidas fiscales que actualmente se producen. Otro aspecto que esta iniciativa busca, es controlar el gasto eléctrico que produce los cultivos ilegales de cannabis. Y otra cuestión también muy importante, sería que los productos usados para el cultivo estarían controlados; se evitarían productos químicos nocivos para la salud y el etiquetado del producto contaría con la información clara.