Desde que hace unos años entrase en vigor el nuevo reglamento sobre insecticidas y fungicidas, las opciones del cultivador a la hora de tratar con plagas y hongos ha disminuido notablemente. En cierto modo, la limitación de insecticidas químicos es un bien que agradeceremos en un futuro. Pero por otro lado cuando las cosas se ponen difíciles, quien más y quien menos se ha visto en la obligación de recurrir a ellos dada su efectividad.
En los últimos tiempos se ha puesto especialmente de moda la tierra de Diatomeas como insecticida todoterreno y 100% orgánico. Resulta eficaz contra prácticamente todo tipo de plagas. Se usa también como insecticida para parásitos en animales, lo que nos da una idea de su seguridad. Y además, aporta nutrientes que las plantas de cannabis aprovecharán.
¿QUÉ SON LAS DIATOMEAS?
Las Diatomeas son algas unicelulares fotosíntéticas que se caracterizan por formar una concha. Realmente, son como dos capas que se acoplan entre sí, una superior y una inferior. Esta capa o concha forma un escudo protector a base de sílice principalmente. Otras pueden estar formada de carbonato cálcico. Tienden a formar colonias, aunque a veces se pueden encontrar en solitario.
Las Diatomeas se encuentran tanto en agua dulce como en agua salada. E incluso en zonas terrestres sobre superficies húmedas. Llegan a ser un problema para los amantes de la acuarofilia, ya que colonizan rápidamente y afean todo el acuario, principalmente cristales y sustrato. Modificando los parámetros del agua y una limpieza manual, es suficiente para eliminarlas.
La tierra Diatomeas o Diatomita es un material sedimentario formado por las frústulas de Diatomeas fosilizadas. Su forma es de roca de color blancuzco, por lo que se precisa convertir en polvo para facilitar su aplicación. Al proceder de algas, se considera un producto natural, inocuo y que no presenta riesgos para la salud ni el medio ambiente.
¿CÓMO ACTÚA LA TIERRA DE DIATOMEAS?
Su eficacia en el control de plagas reside en que sus frústulas de silicio actúan deshidratando a insectos hasta matarlos. Además perfora el exoesqueleto de los insectos, hiriéndolos y eliminándolos de forma progresiva y efectiva. Debido al tamaños de estas frústulas, son inocuas para personas, animales y plantas ya que no son capaces de ingresar en los tejidos.
Resulta eficaz contra numerosos insectos, incluso contra aquellos con los que otros insecticidas tienen problemas. Araña roja, mosca blanca, trips, pulgón, gusanos… incluso caracoles, babosas y hormigas. Además de su rápida acción, su condición de insecticida mecánico hace que los insectos no creen tolerancia y siempre sea efectivo. Cabe destacar que también mata insectos benignos como mariquitas, arañas, mantis o abejas.
Pero no terminan aquí sus propiedades. La tierra diatomea provee micronutrientes de gran importancia para el crecimiento de las plantas. Puede llegar a incrementar la fertilidad del suelo, actuando en sinergia con calcio y magnesio. Además reduce la lixiviación de macronutrientes y favorece su absorción por parte de las plantas. También actúa como reconstituyente en tierras contaminadas por metales pesados o hidrocarburos, neutraliza la toxicidad del aluminio en suelos ácidos y reduce la absorción de hierro y manganeso.