El avance del uso medicinal de la marihuana en Colombia parece obligado. Es que se dan en ese país múltiples características que solo pronostican el éxito. Las más relevantes son el clima favorable y el interés de los fondos canadienses.
Ahora, uno de los gigantes del norte, Aprhia, estima el comienzo de la venta de medicinas en ese país para finales de 2019. La compañía, fundada hace cinco años, llegó a Colombia tras suscribir un acuerdo el año pasado para ser el proveedor exclusivo de la colombiana Colcanna en el mercado local. Además de cotizar en las bolsas de valores de Nueva York y Toronto, cuentan con 50.000 pacientes en Canadá y hacen presencia en 10 países de los cuales cuatro están en la región.
En palabras del presidente de Aphria, Jakob Ripshtein, el país sudamericano es un mercado en el que están “muy comprometidos” en materia de exploración e investigación. Tanto así, que no solo esperan que el país sea un hub para la exportación de cannabis a nivel mundial, sino que también iniciarán el desarrollo de un laboratorio GMP (good manufacturing practices) en Manizales, cuya operación comenzaría en 2020, según estimaciones.
Hay que recordar que Colombia ya es una potencia cultivadora, al punto que cuenta actualmente con el 44% del cupo de exportación de cannabis a nivel mundial, lo que lo posiciona como el segundo mercado más importante en este segmento, superado únicamente por Canadá.
El ejecutivo destacó que la compañía adquirió recientemente un área de 23 hectáreas que está desarrollando en Chinchiná, municipio del departamento de Caldas, así como un terreno de 80.000 metros cuadrados donde esperan instalar invernaderos para potenciar sus procesos.
Primer currículo educativo
Todo esto llevó a la Federación Médica Colombiana a desarrollar el primer currículo educativo en la materia junto a la compañía. Para el presidente del gremio, Sergio Isaza, la importancia de este proyecto se centra en “ahondar en profundidad sobre todo lo que tenga que ver con las distintas sustancias que se deriven del cannabis medicinal y el uso que tengan las dosis seguras”.
Isaza destacó que se viene hablando de cannabis medicinal en Colombia desde hace cinco años, así como de sus efectos en la salud. Frente a ese aspecto, lo que busca la Federación es que “todo lo que tenga que ver con el tema se divulgue a través de organizaciones responsables y de una práctica basada en conocimiento y ética”.
Sobre los efectos en la salud, Ripshtein subrayó que “hay que tener cuidado”, pues se requiere un proceso importante de investigación que toma tiempo y donde “no valen las experiencias anecdóticas”, que son “muy diferentes” de lo que hace el cannabis medicinal.
Las empresas de cannabis que quieran proceder en Colombia deben contar con el registro para la venta de productos que da el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamento (Invima), además de licencias de fabricación de derivados del producto, que son otorgadas por los ministerios de Justicia y Salud.
Hasta la fecha, entre los dos ministerios se han emitido 196 licencias de las cuales 105 vinieron desde la cartera de Justicia y 91 surgieron desde Salud, de acuerdo con datos oficiales de cada ministerio.
Los departamentos donde más licencias se han otorgado son Cundinamarca, Antioquia, Valle, Cauca y Tolima, que conforman el top cinco y abarcan 143 de los 196 permisos expedidos entre ambos ministerios, cifra que representa 73%.
Cundinamarca es el departamento que lidera el tema con 59 licencias entregadas entre Justicia y Salud. Le sigue Antioquia con 33, Valle con 22, Cauca con 16 y Tolima con 13.
Otros departamentos donde se han expedido licencias de producción de derivados de cannabis son Magdalena, Santander, Huila, Caldas, Boyacá, Meta y Casanare.
Por Rama