Un reciente informe del uruguayo Monitor Cannabis dice que el consumo de marihuana en Uruguay entre los mayores de 15 años ha crecido de manera sostenida desde el año 2014 pasando del 9,3% de la población al 15,3%. El crecimiento evidenciado en las cifras, sin embargo, no demuestra un estallido del consumo. El mismo informe resalta una alza en el consumo en mayores de 55 años, principalmente, por el uso medicinal.
Algo similar está ocurriendo en aquellos estados de Estados Unidos que decidieron despenalizar el uso medicinal de la marihuana. Contrariamente a los temores prohibicionistas, en esas tierras los adolescentes fuman menos.
Para llegar a esta conclusión los investigadores se basaron en encuestas anónimas de más de 800.000 alumnos de secundaria de 45 estados americanos. Y lo que pudieron comprobar es que el consumo había disminuido donde había leyes de marihuana medicinal
Si bien no es una cifra demasiado alta, el dato objetivo habla de un 1,1%, que en términos estadísticos es significativo.
Alza de consumo distinto en etnias y grupos sociales
El fenómeno no se daba por igual en todas las etnias y grupos sociales. Entre la población afroamericana e hispana se observa una caída mayor en el consumo de marihuana que entre los adolescentes blancos. En concreto, un 3,9% en afroamericanos y un 2,7% en hispanos.
Este dato en sí mismo es muy interesante. Porque, a pesar de lo que se podría pensar, con las estadísticas en las manos las poblaciones afroamericanas e hispanas consumen menos marihuana que los adolescentes blancos. Además de producirse una disminución en el consumo ofrece una imagen muy interesante.
En Uruguay el consumo también se concentra en las regiones urbanas, específicamente, en Montevideo. En el interior del país (donde reside la mitad de la población) el desarrollo de la venta de cannabis recreativo a través de las farmacias no parece tener un mayor ímpetu, debido a razones culturales. El presidente de la Asociación de Farmacias del Interior, Fermín Arguiñarena, dijo que aquellos locales que se han sumado a la venta de marihuana lo hacen no por una convicción filosófica, sino para intentar aumentar algo la rentabilidad de un sector que está rodeado por la competencia que van desde la venta ilegal de medicamentos hasta el contrabando.
“La venta de marihuana en algunas farmacias no es por convicción, es por encontrar una rentabilidad”, sostuvo. A esto se suma un factor cultural ya que la mayoría de farmacias del interior vienen de generaciones. “En muchas de ellas compraron los bisabuelos, los abuelos, los hijos y ahora los nietos, y pueden decir, yo en esta farmacia no compro más porque ahora venden marihuana”, expresó.
Más farmacias se unen a la venta
Sin embargo, a las 10 farmacias que venden cannabis en el interior del país, se podrían sumar en los próximos meses entre tres o cuatro.
Cuando se comparan los datos con los de estados donde se ha despenalizado la marihuana, donde se permite su uso recreativo, la imagen es muy distinta. En estos estados, los que se pueden comparar con el marco legal del Uruguay, el consumo aumenta. No mucho, pero lo hace. Tal como ocurre en el pequeño pero pionero país rioplatense.
En cuanto a los motivos, no está nada claro. Los investigadores proponen varias explicaciones: que los adolescentes tengan más información favorece que se consuma menos, que los padres estén más vigilantes al tener sus hijos la marihuana más presente, una desidealización del consumo al tratarlo como medicamento o la suma de todo ello. Lo que sí queda claro, sea cual sea el motivo, es que donde la marihuana terapéutica es legal, hay menos consumo ilegal.
Por Rama