Genotipo y fenotipo son dos términos genéticos ampliamente usados en la cultura cannábica. Si alguna vez te has preguntado cual es la diferencia, o realmente que significan estas dos palabras, en este post te resolveremos éstas y más dudas que se puedan plantear.
Genotipo y fenotipo
Comenzamos por algo obvio. ¿Alguna vez has cultivado dos semillas de la misma variedad y el resultado son dos plantas totalmente diferentes?
Puede que una sea más alta que la otra. Puede que una sea de peciolos más anchos o afilados. O de floración más corta o más larga. O incluso los sabores, aromas o efectos sean diferentes.
Todo esto tiene que ver tanto con el genotipo y fenotipo que presenta que cada una de esas plantas. Pero más concretamente está directamente relacionado con el fenotipo.
Qué es el genotipo
El genotipo es la información hereditaria completa de un organismo, incluso cuando esta información no llega a expresarse.
Representa con exactitud la composición genética, es decir el conjunto particular de genes que posee cada individuo por separado.
Dos organismos cuyos genes difieran incluso en un solo locus o posición en su genoma, se dice que tienen diferentes genotipos. Por ejemplo un cruce de Haze x Skunk, tendrá la mitad de los genes de Haze y la otra mitad de Skunk.
Qué es el fenotipo
El fenotipo es una propiedad observada en el organismo, como puede ser su morfología, su desarrollo, o su comportamiento. Se trata básicamente de la expresión de un genotipo en función de un determinado ambiente.
Y ésta es la explicación de por que dos plantas procedentes de semillas de la misma planta Haze x Skunk, aún teniendo el mismo genotipo, pueden tener diferente morfología, rendimiento, sabor, olor o efectos.
Esto principalmente se debe a la expresión de ciertos genes que en su hermana no se expresan, y viceversa. Por ejemplo una puede tener el aroma más marcado herencia de Skunk. U otra un efecto sativa herencia Haze.
Un gran ejemplo es la Jack Herer de Sensi Seeds, una compleja combinación de Skunk, Haze y Northern Lights #5 que cuenta con hasta 5 fenotipos reconocidos.
Y cada uno de ellos cuenta con ligeras o grandes diferencias respecto a los demás. Desde un fenotipo sativo alimonado que se cosecha en 80 días, a un fenotipo índico de efectos narcóticos que se cosecha en 60 días.
Pero no se puede hablar de genotipo y fenotipo sin nombrar las Leyes de Mendel, lo que son la base de la genética moderna donde se establecen las variantes de genotipo y fenotipo .
Gregor Johann Mendel fue monje agustino católico. Y también un inquieto naturalista nacido en el antiguo Imperio de Austria.
En la huerta de la abadía de Santo Tomás de Brno, comenzó a hacer experimentos sin saber que lo que descubría, cambiaría entre otras cosas el concepto de “pangénesis que defendía entre otros Charles Darwing.
La pangénesis era una teoría donde se exponía que las características de cada uno de los progenitores se fusionaban entre sí en la descendencia.
Mendel comenzó a cultivar guisantes y a anotar todo lo que iba observando. Sus estudios se publicaron a mediados de la década de los 60 del siglo XIX.
Pero no fue hasta el 1900 cuando se tuvieron en cuenta los que hasta hoy se conoce como “las Leyes de Mendel”, que son el conjunto de reglas básicas sobre la transmisión por herencia genética de las características de padres a hijos.
Para ello, decidió cultivar hasta 28.000 guisantes, comprobando una y otra vez que se repetían siempre los mismos patrones.
Optó por guisantes por ser baratos, de crecimiento rápido, que aportaban gran cantidad de descendencia y diversas variedades dentro de la misma especie, como color, forma y tamaño, entre otros.
Además es una planta autógama, o sea que se autofecunda. Lo que hizo Mendel fue ir eliminando las anteras de las flores, pudiendo así cruzar exclusivamente las variedades que él deseaba.
También protegió a los híbridos para evitar posibles polinizaciones accidentales durante la floración de los guisantes, algo que podría alterar los resultados finales..
Mendel siempre llevó hizo la misma serie de cruce en todos sus experimentos. Cruzó dos variedades o líneas puras diferentes respecto de uno o más caracteres, obteniendo la primera generación filial o F1, en la que observó una gran uniformidad.
Siguió autofecundando la generación F1 dando lugar a la segunda generación filial o F2. Y así sucesivamente. También realizó cruces recíprocos, donde alternaba los fenotipos de las plantas parentales.
Y además llevó a cabo retrocruces, es decir el cruce de un híbrido de primera generación filial con cada uno de sus dos parentales y en las dos posibles direcciones.
Sus experimentos demostraron que la herencia genética se transmite por elementos particulados, desmontando así la pangénesis o herencia de las mezclas.
Por ejemplo la pangénesis sugería que del cruce de plantas de flores rojas con plantas de flores blancas, el resultato serían plantas de flores rosas. Todo esto, Mendel lo resumió en sus tres famosas leyes.
Primera Ley o principio de uniformidad
Mendel tomó guisantes de color amarillo y unos menos habituales de color verde. Al cruzarlos, observó que esta primera generación filial resultó ser de color amarillo.
No salieron ni verdes ni de un color intermedio. Todos de color amarillo. Incluso cruce era a la inversa, es decir verde x amarillo en lugar de amarillo x verde, el resultado siempre fueron guisantes amarillos.
Esto principalmente se debe a que el gen de color amarillo es dominante y el de color verde es un gen recesivo. Concluyó que “al cruzar dos razas puras, la descendencia será uniforme y dominante”.
Segunda Ley o la segregación independiente de los caracteres
Mendel cruzó la primera generación F1 de guisantes amarillos obteniendo una segunda generación filial F2. Observó que uno de cada cuatro de estos guisantes eran verdes.
Dedujo que en esta segunda generación se mostraba el gen recesivo de color verde que estaba oculto en la primera generación. Descubrió lo mismo cuando lo hacía con dos guisantes por ejemplo lisos con otros rugosos.
En la primera generación todos eran lisos. Pero en cambio en la segunda generación, el resultado era de un 25% de guisantes rugosos.
Concluyó qué “al cruzar dos razas híbridas, la descendencia será variable e híbrida al 50%”. Es decir que mientras la mitad permanecen contantes, la otra mitad recibe el carácter dominante y recesivo por igual medida.
Tercera ley o la libre combinación de los caracteres
Mendel cruzó guisantes amarillos y lisos, con guisantes verdes y rugosos. La primera generación filial resultó ser toda de guisantes amarillos y lisos, cumpliendo lo esperado.
La segunda generación F2 en cambio, le ofreció cuatro combinaciones distintas. De cada 16 guisantes, 9 siempre eran amarillos lisos, 3 amarillos rugosos, 3 verdes lisos y 1 verde rugoso.
Además reforzó la Segunda Ley: los caracteres son siempre independientes entre sí y no se mezclan ni desaparecen. Así que concluyó que “al cruzar varios caracteres, cada uno de ellos se transmite de manera independiente”.
Genotipo y fenotipo en el cannabis
Los grandes breeders manipulan genotipo y fenotipo de una variedad de plantas con el fin de crear híbridos únicos con una serie de cualidades positivas.
El cruzamiento de variedades índicas con sativas, producen plantas de cogollos más grandes que las sativas, con períodos de floración más cortos y efectos más cerebrales que los típicos de las índicas.
También se aprovechan de determinados fenotipos, trabajando sobre ellos para conseguir variedades que se adapten mejor a un entorno concreto.
Puede ser el caso de híbridos con un genotipo dominante sativa, pero con un fenotipo índica para satisfacer al cultivador de interior.
Además esto ha servido para el desarrollo de variedades específicas para usar como marihuana terapéutica, consiguiendo unos ratios de THC:CBD como hasta hace poco se ha visto.
En definitiva, comprendiendo las cualidades de una planta y los genes que dan a una planta sus características, cualquiera es capaz de experimentar y crear sus propios híbridos.