Zimbabue legalizó hace unos meses el cannabis medicinal y ¿se está preparando para ser una potencia exportadora de esta planta?
Zimbaue legalizó la producción de cannabis para fines médicos y científicos, con grandes esperanzas de que la comercialización de la polémica planta ayudase a impulsar la economía.
Al igual que en Sudáfrica, el cannabis, también conocido como dagga o marihuana, crece fácil y prolíficamente. Evitar que las autoridades permitan que la planta se use para la producción médica ha sido el estigma asociado con fumar dagga y con la creencia de que la planta es la puerta a sustancias adictivas más fuertes.
Independientemente de estas preocupaciones, la dagga se consume en muchos entornos sociales. Lesotho ya legalizó la producción de dagga como lo ha hecho Canadá, que legalizó el uso recreativo del cannabis para los adultos y también permitirá el consumo a los turistas de estas sustancias.
En el Reino Unido, mientras tanto, existe una creciente demanda para permitir la prescripción y venta de aceite de cannabis para ayudar a quienes padecen enfermedades progresivas crónicas e incurables.
Zimbaue es un importante productor de tabaco, con unas condiciones agrícolas ideales para que también se convierta en un importante exportador mundial de cannabis. Las previsiones apuntan a que las ventas de aceite del CBD crecerán exponencialmente en los próximos años.