El jugador de la NBA Matt Barnes, que puso fin a su carrera después de ganar con los Golden Stage Warriors hace un año, admitió que había estado fumando cannabis antes del partido. El extremo pasó 15 temporadas en la NBA y jugó en nueve equipos. Agregó que esa práctica es generalizada en el campeonato de baloncesto más fuerte.
“He fumado cannabis seis horas antes del partido. Tradicionalmente, tuvimos un entrenamiento ligero por la mañana, y luego vamos a casa, un porro para fumar, dormir un poco, tomar una ducha y entra en el pabellón para jugar”, dijo Barnes a la BBC.
Según el joven de 38 años que se retiró en junio pasado, fumar cannabis está muy extendido en la NBA, aunque va en contra de las reglas de la Liga.
Incluso anunció que había hablado sobre el tema con su ex entrenador de Warren, Steve Kear. El entrenador también fumó cannabis debido al dolor de espalda crónico.
El uso de marihuana con fines médicos ha sido legalizado en 29 estados de América y en nueve de los que juegan partidos de NBA.
“La marihuana ha sido parte de mi vida desde que tenía 14 años, pero no puedo decir que sea adicto. Me ha ayudado a dormir mejor, no siento dolor después de tantos partidos, paz interior “, dijo el ala.
Otro ex jugador de la NBA, Canyon Martin, respaldó las palabras de Barnes. En abril, explicó que el 85% de los jugadores fuma durante su carrera.
Al igual que cualquier otra organización deportiva, la NBA también tiene reglas antidopaje. Sin embargo, se dividen en estimulantes que mejoran el rendimiento de los concursantes y la marihuana, que está en una categoría separada.
Si un jugador es sorprendido usando marihuana, está sujeto a un programa de ayuda especial y se reúne con especialistas en la primera ofensa. En el segundo caso, se impone una multa de 25,000 dólares y en una tercera multa de cinco partidos.
Para los estimulantes que mejoran el rendimiento, las sanciones son apropiadas: 25 partidos, 55 partidos y al menos dos años fuera del deporte.
