Da igual que el cultivo sea en exterior o interior. Una de las mayores preocupaciones del cultivador de cannabis son las plagas. Quien más y quien menos que haya cultivado algunas plantas, lo ha podido llegar a sufrir en primera persona. Y en el peor de los casos, se habrá llevado por delante algunas plantas o cosechas.
La mejor manera de combatir las plagas es mediante la prevención. Revisiones periódicas a las plantas debería ser obligatorio mínimo una vez a la semana. Lo que en un principio pueden ser unos pocos insectos, cuanto más tardemos en detectarlos más se multiplicarán convirtiéndose en plaga.
Las plagas pueden llegar a una planta de muchas maneras. Desde el cielo o la tierra. Pueden venir atraídas por nuestra planta, o que seamos nosotros mismos llevemos adheridas en nuestra ropa cuando volvemos del huerto o jardín. El intercambio de esquejes también uno de los motivos del contagio de plagas.
Al llegar a casa y si tenemos un cultivo interior, conviene cambiarse de ropa y de calzado si venimos de algún lugar que sea susceptible de plagas, como parques, jardines, el huerto, cultivos ajenos… Y decimos interior, porque es siempre más susceptible de plagas por sus condiciones siempre óptimas.
Si nos han regalado algún esqueje, lo primero que debemos hacer nada más llegar a casa, es darle una buena ducha con algún insecticida. También conviene tenerlos unos días en cuarentena, alejados de nuestro cultivo para que los posibles insectos no decidan irse a otra planta no tratada con insecticida.
Y ya que hablamos de los insecticidas, siempre son la mejor opción para tratar y prevenir plagas. Algunos como el jabón de potasio o el aceite de neem también funcionan bien como preventivos. Su uso regular mantienen a las plagas alejadas de las plantas.
La limpieza también es importante para una buena prevención. El área cercana a las plantas y la propia planta se deben mantener limpias. Retira o aleja otras plantas susceptivas de plagas como rosales o azaleas. También retira las hojas de la planta que se van cayendo o están a punto de caerse.
Si cultivas en el exterior, es posible que te encuentres en ocasiones insectos beneficiosos como mariquitas, arañas o mantis religiosas. Son excelentes guardianes y no tienen inconveniente en comerse pulgones, trips o saltamontes. Hacen una labor natural muy importante.
Aún con todo ésto, nadie nunca está al 100% a salvo de las plagas. Si dado el caso no entra una plaga en el cultivo, debemos primero identificarla. Si no lo tienes claro, busca y arranca alguna de las hojas más dañadas y vete a algún grow de confianza. Ellos te dirán de qué plaga se trata y cómo puedes tratarla.