La bajada de consumo de cigarrillos entre adolescentes, posiblemente no ha propiciado un alza en el consumo de cannabis entre ellos en los últimos años, dice un nuevo estudio.
Las creencias de los adolescentes sobre los riesgos de la marihuana también siguen estrechamente vinculadas a su decisión de consumir, según el estudio “Prevalencia y actitudes con respecto al consumo de marihuana entre los adolescentes en la última década” (Miech R, et al., Pediatrics , 6 de noviembre de 2017 ,https://doi.org/10.1542/peds.2017-0982 ).
Desde 2005, el uso de cannabis entre adolescentes se ha estabilizado, aunque pocos lo perciben como dañino. El dato contradice la idea de que los más jóvenes serían más propensos a usarla si no la consideran peligrosa.
La investigación probó las dos hipótesis sobre por qué el uso de cannabis no fue en aumento como se esperaba. En primer lugar, la disminución del uso de tabaco y alcohol habría evitado que más adolescentes se pasen a la marihuana. En segundo lugar, el riesgo percibido con el cannabis ya no influye mucho en su uso.
Para probar las dos hipótesis, el equipo del Centro de Investigación por Encuesta de la Universidad de Michigan utilizó las encuestas de seguimiento de la escuela desde 1991 al 2016. Los adolescentes fueron categorizados como fumadores en su vida, bebiendo alcohol pero nunca fumando, o nunca fumando o bebiendo.
Desde 2005, el uso de marihuana aumentó para cada uno de los tres grupos de manera individual, pero no como un todo. Los investigadores atribuyeron la paradoja a la disminución del número de adolescentes en el grupo que había usado cigarrillos. Desde 2005, la tasa de adolescentes que alguna vez han fumado cigarrillos cayó un 43% entre los estudiantes estadounidenses de 12º grado, un 55% entre los de 10º grado y un 62% entre los de octavo grado.
“… a medida que este grupo se hizo más pequeño también lo hizo su contribución desproporcionadamente grande a la prevalencia general de la marihuana”, escribieron los autores.
Para ver qué hubiera pasado si el grupo de fumadores de cigarrillos no se hubiese encogido, crearon una fórmula para proyectar la prevalencia del cannabis a lo largo de una década que congeló el consumo de cigarrillos y alcohol a niveles del 2005.
“Estas proyecciones indican que el uso actual de marihuana estaría en o cerca de los niveles más altos jamás registrados desde 1991 en cada grado si los niveles de consumo de cigarrillos y alcohol se hubieran mantenido en los niveles de 2005”, escribieron los autores. “Además, este aumento proyectado se debe casi por completo al descenso en el consumo de cigarrillos”.
El equipo también descubrió que aún existe una fuerte relación entre los riesgos percibidos y el uso de marihuana.
“Los programas educativos y las campañas de los medios que educan a las cohortes de jóvenes sobre los riesgos del consumo de marihuana, especialmente el uso intensivo, han sido y seguirán siendo estrategias importantes para prevenir el consumo de marihuana juvenil”, escribieron los autores.