Auto Malawi x Northern Lights representa el primer trabajo en variedades autoflorecientes de uno de los bancos de semillas españoles más prestigiosos a nivel internacional como es ACE Seeds, conocido por sus exclusivas genéticas hoy en día complicadas de encontrar. Una de ellas es la Malawi, una sativa africana que pasa por ser una de las más potentes del mercado. El cannabis es una parte importante de la cultura y el estilo de vida de Malaui, donde también es conocido como chamba. En gran parte del país se cultiva cannabis, desde las cálidas y húmedas tierras del Gran Valle del Rift, hasta las zonas más montañosas y de clima más templado que están a su alrededor.
La otra parte de esta nueva variedad autofloreciente es el clásico holandés Northern Lights, variedad introducida en Holanda por Neville Schoenmakers, uno de los breeders más influyentes de la historia. De orígenes inciertos, sería un híbrido con una enorme dominancia índica Aghani/Thai, aunque hay muchos expertos que consideran que se trata de una índica afgana pura. Sea como fuere, es sencillamente deliciosa y espectacular.
Auto Malawi x Northern Lights hereda lo mejor de cada una de sus madres, además del gen autofloreciente con lo que se consiguen cultivos super rápidos de unas 10-12 semanas desde la germinación. Como toda variedad de marihuana no fotodependiente, siempre se van a conseguir los mejores rendimientos cuando se cultiva durante los meses de primavera y principios de verano. Los días más largos y soleados, favorecen el crecimiento y puesto que este tipo de genéticas comienza a florecer a las 4 o 5 semanas, conviene que en ese momento cuenten con el mayor tamaño posible.
También es interesante partir ya de entrada de una maceta de unos 15 litros y un buen sustrato muy rico en nutrientes. Los trasplantes aunque muy útiles en variedades fotodependientes, suponen un estrés que hará que la planta frene su desarrollo unos días. En variedades autoflorecientes y con su período de crecimiento limitado, ésto supondrá plantas de menor tamaño una vez comience la floración, lo que lógicamente también se notará en las cosechas.
Otra de las características de esta auto es la diversidad de fenotipos que se pueden encontrar, principalmente 3 bastante diferenciados. Uno es más índico y florece en unas 8 semanas desde que comienza el ciclo y que cuenta con una producción media. Otro fenotipo se desarrolla prácticamente como una sativa pura, con largas floraciones de 10 a 12 semanas desde el inicio de ciclo y cogollos clara herencia de su madre Malawi. Y un tercero y quizá el más interesante, con unas 9 semanas y media de floración, y que ofrece los mayores rendimientos, cogollos más aromáticos y resinosos. En la gran mayoría de los casos, todos los fenotipos también heredan de su madre sativa unos preciosos colores morados o rosas cuando se acerca la cosecha.
En interior se recomienda el cultivo con un fotoperíodo largo, cuantas más horas de luz más rendimiento conseguiremos. Fotoperíodos continuos de 18/6 o 20/4. Con una densidad de 9 plantas por m2 y en macetas de unos 7-9 litros, se consigue cubrir toda la superficie de cultivo gracias a su facilidad para ramificar. Cultivar en SCROG ayudándose de una malla, es posiblemente la mejor opción posible.
Los aromas son deliciosos, con claros toques a yogur de fresa y zumo de frutas, una mezcla como de piña, pera y melocotón. Algunos fenotipos guardan unas notas más amaderadas de sativa africana. El sabor es muy floral, dulce y resinoso, como a cereales con miel. Y sus efectos son muy potentes, comienzan con una fuerte subida cerebral que poco a poco desciende para terminar en un placentero efecto narcótico y muy relajante, perfecta para disfrutar a cualquier hora de la tarde o noche en el que se busque tranquilidad y relax tras unos momentos más eufóricos y activos.