Para empezar con estas técnicas de cultivo hemos decidido el hacerlo con el S.O.G., siglas del inglés Sea Of Green o mar verde en nuestro idioma. Sobre el S.O.G. ya se ha hablado largo y tendido en diversas ocasiones, pero dado que hemos iniciado en esta sección el explicar, paso a paso, como realizar diversas técnicas, no podíamos dejar de lado explicar la gran importancia que tienen determinadas aplicaciones que permiten aumentar la optimización de los cultivos.
Un cultivo mal optimizado conlleva a una gran pérdida en dinero y tiempo invertidos. En numerosas ocasiones vemos cultivos que a simple vista ya se aprecia la mala gestión del espacio que presentan. Hay que tener en cuenta la situación de “alegal” de los cultivos destinados para el consumo propio, este “alegalidad” obliga a tener que reducir los posibles condicionantes que puedan acusarnos de un delito mayor.
En esta línea de reducción de condicionantes está claro el de reducir al máximo la superficie cultivada pero sin perder un solo gramo de la producción total. Esta línea de aumento de productividad en una misma unidad de superficie es lo que algunos cannabicultores denominamos como optimización del cultivo.
Se trata de intentar sacar la mayor producción posible en el menor espacio, y claro, la superficie disponible nos limita en todo momento. Si cultivamos sin ton ni son, el cultivo presenta un crecimiento desproporcionado y en muchas ocasiones hay existentes huecos entre las plantas totalmente desaprovechados.
En todo momento, un buen cannabicultor sabe la importancia de cubrir por completo toda la superficie de cultivo. Pero no sólo se trata de cubrir toda la superficie de cultivo, hay cultivos que cubren toda el área disponible y sin embargo en el interior de las plantas no penetra nada de luz y quedan despobladas, creando una sensación de cueva.
Intentar que toda la planta reciba la máxima luz posible también es un importante cometido que los cannabicultores deben llevar a término. La mejor forma de favorecer una compensación lumínica en toda la parte vegetativa de la planta es haciéndola crecer en horizontal.
En cannabicultura existen diversas técnicas de crecimiento horizontal que pueden ayudarnos a mejorar la optimización productiva del cultivo. El Sea of Green, el Screen of Green o el Cropping, son todas ellas técnicas de cultivo horizontal aplicadas a la marihuana, pero todas presentan sus pros y también sus contras que cabe analizar de una forma más minuciosa e intensa.
Las técnicas de cultivo horizontal lo que hacen es aumentar la intensidad lumínica que recibe la planta en todas sus partes, de este modo es mayor el grado de fotosintetización el que llegan a alcanzar al recibir más cantidad de fotones por masa vegetal.
Queda claro que el cultivo horizontal aumenta la producción al permitir que todas las sumidades femeninas formen cogollos muy homogéneos en tamaño y forma, ya que todos se hallan casi equidistantes a las lámparas de luz.
Toda técnica que lleve consigo un aumento de productividad suele ir acompañada de un peaje que hay que cubrir, y es el aumento en el consumo de nutrientes y agua. Esto es normal ya que cuanto más intensifiquemos el crecimiento de las plantas necesitará más alimento para poder seguir creciendo.
La densidad vegetativa que producen estos tipos de cultivos horizontales además conlleva a una menor aireación de las plantas. Un efecto negativo consecuente de ello es una mayor predisposición a padecer enfermedades fúngicas como oidio o botritys cuando las plantas están en floración.
Es bueno tomar medidas preventivas que refuercen las plantas contra enfermedades fúngicas, aplicaciones de propóleo, azufre o cobre pueden ayudarnos a minimizar los riesgos. Es conveniente revisar las partes más bajas y sombrías de las plantas que es donde suele iniciarse el ataque del oídio.
Los cannabicultores más ávidos enseguida se dieron cuenta que había que poner a trabajar el ingenio para hallar alguna técnica de cultivo horizontal que permitiera optimizar al máximo la productividad del cultivo.
Y así fue como surgió una de las modalidades más conocidas y extendidas por todo el mundo de cultivo horizontal en cultivos de interior, el Sea of Green. Pero en realidad, ¿de qué trata exactamente el SOG?
El SOG tomo gran auge en los E.E.U.U. y Canadá durante la década de los 90, desde donde posteriormente divulgado al resto del mundo. La técnica en sí consiste en crear un cultivo que ocupe todo el área cultivable sin dejar huecos, y se hace aumentado la densidad de población por metro, es decir, aumentando el número de plantas por metro.
Claro, que podríamos poner un número elevado de plantas y que el cultivo no fuera homogéneo con lo que se perdería el efecto SOG y dejaría de ser un cultivo horizontal, por ello, se trata de trabajar con esquejes que deben tener ciertas características en común para evitar que se pierda el efecto SOG..
Como las plantas procedentes de semillas presentan un mayor crecimiento que los esquejes, intentar realizar un SOG a partir de semillas es casi imposible ya que se desajustan los tamaños de las plantas al precisar una edad mínima de las plantas, cerca del mes, para poder ponerlas a florecer.
El SOG es una técnica que en principio está diseñada para trabajar con esquejes de variedades de cierta tendencia índica. Cultivar sativas en SOG es inviable puesto que al ser tan duradera su fase de floración las plantas terminan alcanzando grandes porques que hacen imposible aplicar esta técnica de cultivo horizontal. Por tanto, ya sabemos que es imprescindible que sean variedades de porte medio, nunca de gran porte.
Además del tamaño se necesita también que la velocidad de crecimiento sea a la par para asegurar que todas las plantas reciben siempre casi la misma cantidad de luz al permanecer parejas a la msima distancia de los focos. Si alguna creciera más aprisa, aunque al final terminara por alcanzar el mismo tamaño porque tuviera un final lento de crecimiento, impediría que el resto recibiera la misma luz al tener que obligarnos a ir levantando los lámparas a media que este ejemplar siga creciendo por encima de sus compañeras.
Otro gran e importante factor se halla en buscar variedades con una misma velocidada de floración, tipo de cogollo y producción. Es cierto que hay cultivadores que les gusta cultivar variedades con muchos y variados matices, pero en un SOG hay que ceñirse a trabajar con variedades que presenten un mismo fenotipo aunque su genotipo sea distinto.
Queda claro que para tener un SOG hay que tener una buena genética, por ello es imprescindible contar con un buen banco de madres que nos permita tener diversos genotipos pero de iguales fenotipos, siempre que vayan destinados a aplicar esta técnica, en caso contrario el gusto y el placer mandan.
Como no todos los cannabicultores pueden disponer de una amplia “Cannabiteca” de buenas madres, la gran mayoría suele trabajar con una única variedad. Así se aseguran que todos los esquejes reúnan los requisitos necesarios para poder hacer un buen SOG..
¿Cómo puedo iniciar y llevar a buen término un cultivo SOG?
Ya hemos dado unas pautas primordiales, está obligado hacerlo a partir de esquejes y además estos han de ser o de la misma madre, o de madres distintas pero con fenotipos muy semejantes en cuanto a volumen vegetativo, velocidad de floración, tamaño y producción.
Una vez ya tenemos asegurada una genética efectiva parar poder aplicar esta técnica con éxito sólo hay que escoger con qué densidad de población vamos a trabajar. Hay diversos sistemas de realizar el SOG, lo más común y generalizado es hacer un cultivo con una densidad de 25 plantas por metro cuadrado de superficie cultivada. Aunque los hay que llegan hacerlos hasta de 100 ejemplares por metro, para empezar a llevar a término esta técnica es mejor hacerlo desde la base, así que como decimos 25 plantas/m2 es un buen número para empezar.
Como contenedores ya es a gusto de consumidor, pero hemos optado como venimos haciendo hasta ahora por el modelo estándar, por eso aconsejamos macetas de 7 litros. Disponemos en el metro cuadrados 5 líneas de 5 macetas cada una, de tal modo que se ocupa toda la superficie. Cuanto menor sea la densidad de población más horas tendrán que estar las plantas en crecimiento para cubrir todo el área de cultivo.
En un principio cuando se trabajan con densidades de 25 plantas / metro, lo razonable es tener los esquejes en crecimiento entre 14-21 días, dependiendo del estado de partida en el que se hallaren los esquejes.
Cuanto más aumentemos la densidad de plantas más días de crecimiento les podemos ir reduciendo, así hasta llegar a los prácticamente 0 días si hablamos de Mega Sea of Green, cultivos con densidades superiores a los 50 esquejes por metro. En estos casos mejor usar contenedores de menor volumen no más de 1,5 – 3 litros, se trata prácticamente de hacer un hidropónico ya que apenas hay espacio para el medio de cultivo, puesto que cuando las plantas estén llegando a su fin no cabrán ni las raíces dentro ese pequeño volumen. Hay cannabicultores que prefieren hacer el MegaSOG en grandes jardineras para que las raíces no tengan tantas limitaciones a la hora de crecer.
Si sumamos y hacemos números daremos con la clave del éxito de esta técnica de cultivo. 25 esquejes a una media de 25 gramos por ejemplar si se trabaja bien con los nutrientes y se le cubren todas las necesidades al cultivo, hablamos de una media de 625 gramos/metro cuadrado por cultivo.
Si hablamos que se trabaja con una lámpara de 600 watios cada metros, vemos como se está superando el humbral de gramo/watio establecido y sin despeinarse. El tiempo depende pero habría que añadirle a los 14 días de crecimiento unos 50 más de floración, si hablamos de variedades rápidas. Esto suma un total de 64 días, o sea, que cada dos meses con esta técnica bien aplicada se pueden obtener sobre diez gramos diarios por metro cuadrado cultivado, suficiente para cubrir las necesidades de un usuario crónico.
2 Responses
Muy buena la info! Cultivo en SOG hace varios años y puedo decir que algunas Sativas si son viables para el sog, las de floración rápida como la Mextiza o la Power Plant.