Desde hace unos años que han ido irrumpiendo en el mercado y con mucha fuerza las variedades de floración automática. También conocidas como semillas automáticas o autoflorecientes, estas variedades se han convertido en la principal herramienta con la que iniciarse en el cultivo de Cannabis sativa. Al florecer de forma automática y ser variedades muy resistentes, han resultado ser plantas que son fáciles de cultivar y que no requieren de grandes conocimientos previos para poder llevar a término y con éxito su cultivo.
Con una menor exigencia tanto de régimen hídrico como alimentario, los neófitos que deciden iniciarse en el cultivo de marihuana ven en estas variedades la mejor alternativa a su falta de conocimientos cannabícolas. Un error muy extendido con estas variedades es la de procurarles abonados de crecimiento con elevada concentración de Nitrógeno, lo que se traduce en un excesivo espigamiento, estilizamiento y foliación de los cogollos como consecuencia de absorber en demasía este concreto nutriente. Por ello como nota principal cabe reseñar que no hay que procurarles abonados con altas concentraciones de nitrógeno.
En el automatismo de estas variedades está implicado un gen especial que posiblemente tenga su origen en la subespecie Cannabis sativa rudelaris. Este gen especial hace que las plantas de forma automática comiencen a florecer cuando alcanzan determinada edad, suelen iniciar la floración entre 20-25 días después de haber sido sembradas. El trabajo selectivo de los breeders de los bancos de semillas ha ido encaminado a seleccionar este peculiar gen con el fin de obtener nuevas variedades con las que copar el mercado internacional. A lo largo de estos años casi la totalidad de bancos de semillas presentan alguna variedad de floración automática en su colección en venta. Vamos a ponernos en materia y comencemos a descifrar las claves del éxito para obtener una producción propia de semillas automáticas feminizadas.
Para este seguimiento se va a utilizar 2 armarios de la casa Cooltech de dimensiones 1,20 x 1,20 de base por 2 metros de altura. Los armarios estarán iluminados con sendas bombillas de 600 watios de alta presión de sodio, que estarán conectadas a unos balastros Cooltech, y como reflector se ha escogido con forma de ala de gaviota. Para extraer el aire se ha conectado un extractor PK-160 de Prima Klima, con una capacidad de vaciado de 820 m3/hora, y que está provisto de un sensor de temperatura así como de sistema de regulación de potencia, lo que permite ajustarlo a las necesidades del momento.
Una vez sabemos las características de los equipos que se van a utilizar, debemos saber que para producir semillas automáticas hay que partir de semillas, ya que en este caso no nos valen los esquejes puesto que las variedades automáticas no son esquejables.
Para hacer un correcto trabajo selectivo se debería de partir de semillas regulares, por lo menos aquellos ejemplares que harán de padres, pero como desde hace unos años que la norma generalizada es la de partir también de semillas feminizadas, tanto para las madres como para los padres, se va a hacer lo mismo y se partirá de semillas feminizadas para ambos supuestos de padres y madres.
Como variedad se ha optado por una AutoAmnesia Haze para ver su comportamiento y su capacidad de producción de semillas. Primero hay que sembrar las semillas que harán de padres, en este caso al partir de semillas es conveniente siempre sembrar un mayor número del necesario para poder hacer un trabajo selectivo y solo escoger como padres a aquellos ejemplares que cumplen los parámetros buscados. Por ello y teniendo en cuenta que hay que dejar 5 machos por cada armario, o sea 10 en total, se proceden a germinar 30 semillas.
El método escogido para germinar ha sido en papel, colocando las semillas en una pequeña urna que fue puesta sobre una manta térmica con el fin de acelerar el proceso germinativo. En dos días aproximadamente comenzaron a germinar las semillas y a los pocos días la totalidad de las mismas estaban abiertas y con el germen formado. Se escogieron 25 de los 30 gérmenes para ser sembrados en macetas de 7 litros de la marca Trabe, que fueron rellenadas con un substrato resultado de una mezcla de coco en un 60 % del volumen, con un 35% de humus de lombriz y el 5% restante de vermiculita. La intención también es ver la posibilidad de cultivar sin la necesidad de utilizar turba, ya que es un material cuya producción, en ocasiones, lleva asociada la pérdida innecesaria de hábitats tan especiales como son las propias turberas.
Una vez rellenadas las macetas con el substrato se procedió a rehidratarlo previamente a la siembra, de este modo al sembrar luego el germen la tierra ya está humedecida y no se corre el riesgo de hundirlo en el substrato demasiado al caer sobre él el agua de riego. Una vez sembrados en la maceta los 25 gérmenes que serán los futuros padres, se pusieron directamente bajo las lámparas de sodio pero a una altura elevada para evitar daños por exceso de luz y calor. A los pocos días en cuanto se apreció que las pequeñas plántulas habían brotado con fuerza se procedió a dejar a los focos a una altura de unos 60 centímetros.
Pero antes de poner las plantas bajo los focos, para alojar a las plantas se montaron sendas bancadas para permitir elevar el cultivo y trabajar en alto, al tiempo de facilitar la recogida de aguas residuales provenientes de lixiviación. La instalación fue fácil y cómoda para la que sólo se precisaron dos llaves fijas de 12 mm. Una vez montadas las bancadas, sobre ella se colocaron 2 bandejas de cultivo negras de 1,20 x 1,20 de superficie también de la conocida marca Trabe.
A la semana las plantas ya se estaban desarrollando perfectamente y todos los ejemplares sembrados marchaban a la perfección. Sólo la pésima calidad del agua utilizada en el riego podía suponer un riesgo por la posibilidad de padecer un futuro exceso de salinidad, lo que obligó a tener que dotar al cultivo de un sencillo sistema de filtros de ósmosis inversa con la que asegurar un agua de riego de calidad. La instalación de este tipo de mecanismos no suele ser muy complicada, tan sólo se debe disponer de un suministro de agua cercano así como un desagüe donde evacuar el agua residual resultante tras el filtrado.
Para recoger el agua depurada se dispuso un depósito apto para alimentación y con una capacidad de 250 litros, cabe señalar que con uno de 70 litros hubiera sido más que suficiente pero al tenerlo a mano se optó por esta elección. Para extraer del tanque el agua y poder llevarla hasta las plantas se introdujo en el interior del tanque una bomba de extracción de aguas sucias con una potencia de 400 watios y un caudal máximo de 8000 litros/hora. Y para dosificar el agua a las plantas servirá una lanzadera de riego que permite llevar el agua a los rincones más inaccesibles del cultivo. De esta manera se permitía mejorar y acelerar las labores de riego y nutrición de las plantas al asegurar tanto un caudal adecuado como el acceso del mismo a todas las plantas.
A la semana de estar en vida las plantas se iniciaron los tratamientos alimentarios a base de estimuladores radicales combinado con abonos orgánicos de crecimiento y aminoácidos. Las concentraciones del estimulador se han ido reduciendo hasta dejarla en niveles que permitan la renovación de raíces muertas y renovación general de sistema radical. Por otro lado, se han ido aumentando las concentraciones de abonados de crecimiento y aminoácidos pero teniendo en cuenta que se trata de una variedad automática y como tal no requiere de fuertes abonados nitrogenados. Como medida preventiva se le han practicado tratamientos con disolución de propolis a partir de la primera semana también, a intervalos de 6 días y con la habitación a oscuras.
El momento de la siembra de los ejemplares madre depende de cada variedad, pero está entre los 15 y 21 días siguientes a la siembra de los padres. La intención es cultivar 50 plantas madres en los 2 armarios junto con 20 plantas padres, hasta que éstos últimos sean seleccionados y queden reducido a un número de 10. Una vez seleccionados los 10 padres compartirán momento ambos sexos hasta que termine de realizarse la polinización, momento en el que se sacrificarán los padres y se dejarán sólo a las madres para que hagan todo el proceso de la producción de la semilla.
Como había que obtener 50 plantas madres se pusieron a germinar un número de 70 semillas y se siguió el mismo método utilizado para los padres de germinación en papel. En pocos días 68 gérmenes habían movido pero sólo 50 de ellos fueron los que finalmente se sembraron en las mismas macetas y con el mismo tipo de substrato que los ejemplares padres.
A los tres días de poner los ejemplares hembras en sus respectivas macetas se procedió a iniciar la técnica de reversión a los ejemplares padres, pero de eso ya daremos cuenta de una forma más extensa en la parte final de este tercer seguimiento especial que hemos iniciado hoy. Seguid atentos a estas líneas para ir viendo los expectantes y sucesivos desenlaces que nos quedan por narrar.
Texto y fotos: Miguel Gimeno
3 Responses
SOS UN GRANDE Y NO ME QUIERO PERDER LA SEGUNDA PARTE VENGO ESPERANDO ESTA ASE MUCHO TIEMPO!!!