California, EEUU.- A diferencia de otras tiendas que parecen pobladas por los hippies y los geeks, Canna Care, se distingue por su singular devoción de ofrecer cannabis con Cristo, es decir después de fumar mariguana medicinal puede unirse a orar con nosotros.
Bryan Davies, se considera un cristiano evangélico con una barba blanca muy larga. Él es el dueño y gerente de una empresa familiar dedicada a la venta de marihuana legalizada pero ahora extiende su visión a la espiritualidad.
A Davies, se le puede ver detrás del mostrador de la botica Canna Care, uno de los más antiguos proveedores de marihuana medicinal en Sacramento, California.
También es conocido por su activismo político por parte del Ayuntamiento y el gobierno estatal.
A diferencia de otras tiendas que parecen pobladas por los hippies y los geeks, Canna Care, se distingue por su singular devoción de ofrecer cannabis con Cristo, es decir después de fumar mariguana medicinal puede unirse a orar con nosotros.
Ante el temor de la reciente ofensiva federal que cerró cientos de tiendas en California, Bryan y su esposa, Lanette, están haciendo una campaña en la radio y en los periódicos locales para promocionar “grupos de oración” que se producen cada noche en su tienda.
Las personas suelen aparecer en grupos pequeños después de las 6 p.m. para unirse a ellos en la oración. Davies, dice que su establecimiento obtiene unos 2 millones de dólares al año por vender marihuana medicinal, pero también él ha aprovechado para regalar unas 3.000 Biblias.
La pareja tiene esta tienda modesta al Norte de Sacramento, al lado de una iglesia, y se clasifica como una organización no lucrativa, diciendo que realiza donativos a las organizaciones benéficas de la comunidad y grupos que defienden la mariguana médica.
A la edad de 57 años, Bryan, dice que la tienda se inauguró en el 2005, pero nunca pensó que podría llegar al comercio de la marihuana. Más bien, dijo que temía por Satanás ya que su médico porque le sugirió que probara a usar cannabis para afrontar mejor su enfermedad que padecía en los huesos.
A Bryan, le habían diagnosticado espondilitis anquilosante, un problema que le condujo a una curvatura en su columna vertebral que le causó dolor severo, por lo que tuvo que cerrar su negocio de lavado de camiones.
Así que tuvo la idea de abrir una tienda de marihuana, él insiste en que buscó al Señor en oración y “estamos seguros de que esta es la voluntad de Dios”, afirma Bryan.
Lanette, de 55 años, que normalmente comparte la devoción espiritual de su marido, no estaba del todo convencida de su visión.
“Él me decía que Dios le estaba diciendo a hacerlo”, dijo. “Pensé que estaba loco”. Durante un tiempo, ella mantuvo su trabajo como coordinadora de crédito y colecciones porque “pensé que alguien tenía que mantener a la familia o iríamos a la cárcel”.
Sin embargo, se unió a la tienda de marihuana después de que su hija de 15 años le diagnosticaron en Gran Bretaña, una enfermedad ósea diferente, osteomielitis crónica multifocal recurrente, que causa lesiones e inflamación dolorosa.
Ella dijo que vio a Brittany “en convulsiones, pidiendo morir”. Así que los medicamentos más indicados para contrarrestar la enfermedad era la marihuana medicinal.
La familia no se adhiere a las prácticas espirituales de una facción pequeña que ve a la planta de cannabis como sacramento religioso. Consideran a la marihuana simplemente como una ayuda útil para la curación del hombre.
Fuente NoticiaCristiana