“Marihuana sin chivos” se estrenó ayer en el Solís. Su director dice que los prohibicionistas gritan “pasta base” y salen corriendo.
El estreno del documental Marihuana sin chivos no podría haberse programado en mejor momento. Ayer jueves se estrenó en forma destacada en el Festival Internacional de Cine y DDHH del Uruguay, Tenemos que ver, llevado a cabo desde el lunes 18 hasta hoy en la sala Zavala Muniz.
Se trata de un documental realizado por Los Teros Producciones, una “organización horizontal”, formada por aficionados del cine.
En el medio de las discusiones y propuestas acerca de la legalización y el control estatal de la marihuana, el documental busca comunicar las posturas de diferentes actores que intervienen en el tema, más que exponer la opinión misma de sus realizadores.
Camilo Millot, director de la película, habló con El Observadorsobre su audiovisual, que casi sin buscarlo se inserta en el medio de un debate popular.
La elección de su nombre no fue casualidad. Para su realización no quisieron buscar ningún tipo de apoyo o auspicio. “No queríamos que se contaminara el contenido”, contó Millot.
Para la función de ayer las entradas se agotaron rápidamente. “No sé si fue porque el tema explotó, pero lo cierto fue que se agotaron antes de lo que saliera la propuesta del gobierno. Hay interés en el tema”, afirmó Millot.
Sobre la actual discusión sobre la droga, el realizador da la bienvenida a la discusión. “Es algo de lo que hay que hablar”, dijo. Sin embargo, sostiene que la propuesta se detiene en “cosas secundarias”. “Si vamos a fumar 40 cigarros o uno por día, eso ya es parte de la regulación. Me parece que estamos poniendo la carreta adelante de los bueyes”, dijo.
“Definitivamente me parece bueno que el gobierno empiece a tomar este tipo de medidas, que son más modernas. Estas solucionan más de lo que aporta cualquier prohibición”, afirmó.
El enfoque del documental fue realizado desde varios ángulos. “Lo más difícil de cuando uno habla de la marihuana es poder sacar todo lo que hay alrededor. Y en la película tratamos de atacar el tema de todos lados”, sostuvo.
Si bien se habla del cáñamo, de la planta en sí y de sus usos, se trata exclusivamente de la marihuana. “El tema da para mucho y cuando empezás a hablar se dispersa en 4.000 pequeños temitas”, explicó el director.
En el documental participaron políticos como Luis Lacalle Pou y Jorge Batlle, así como también músicos y activistas reconocidos dentro de la cuestión, como Alicia Castilla.
El director afirma que contaron con muchas opiniones afines a la legalización, pero no pudieron contar con más de una opinión opuesta. “Es muy difícil conseguir esa gente.
Por lo general los prohibicionistas no hablan, gritan: ‘pasta base, droga, violencia’ y rajan”, afirmó Millot.
De acuerdo con Millot, el objetivo fundamental de la película fue canalizar las diferentes opiniones hacia la población. “La gente interesada en el tema aportó material que le da al espectador más información para que haga su propia evaluación”.
Fuente El Ovservador