Hace apenas una década, las variedades de cannabidiol o CBD eran poco menos que despreciadas. En un mundo donde la gran mayoría de personas consumían cannabis de manera relacional, la gente solicitaba variedades siempre muy potentes. En los últimos años ésto ha sufrido un gran cambio, debido en gran parte a todos los estudios científicos relacionados.
El CBD o cannabidiol es el segundo cannabinoide más abundante en la marihuana por detrás del THC. Y a diferencia del THC, no es psicoactivo. Todo lo contrario, ya que actúa como modulador de los efectos de éste, reduciendo su psicoactividad. Debido a ésto, es un cannabinoide completamente legal ya que carece de efectos que se puedan relacionar con el THC y en general de la marihuana.
Hoy el mercado nos ofrece un amplio abanico de posibilidad cuando se trata de consumir este cannabinoide tan beneficioso. Según numerosos estudios, el CBD tiene efectos anti inflamatorios y analgésicos. Se ha demostrado útil en procesos degenerativos y hasta cancerígenos, ya que ayuda al organismo a eliminar células malignas. También un potente aliado en dolores causados por la esclerosis múltiple, artritis o artrosis.
Semillas CBD: son variedades de marihuana con un alto contenido en CBD. Salvo contadas excepciones también contienen THC, aunque sus ratios, es decir igual o mayor cantidad de CBD que de THC, hace que tengan unos efectos psicoactivos relativamente bajos.
Aceite CBD: es el sistema de administración de CBD más usado. Se trata de una base de aceite vegetal, como oliva o cáñamo, y una concentración de CBD. Las concentraciones puedes ir desde el 1,25% al 40%. Fáciles de usar, de llevar encima y saludables.
E-Líquidos CBD: cuando los cannabinoides se vaporizan actúan antes y más eficazmente. Los e-líquidos CBD se usan como cualquier otro e-liquid, con un cigarro electrónico. Hoy por hoy hay líquidos de decenas de deliciosos sabores y concentraciones que se ajustarán a la demanda de cualquiera.
Cristales CBD: puede que sean los extractos más puros que nos podemos encontrar. Contienen un 98% de CBD y su formato sólido en pequeños cristales o polvo, lo hace muy versátil. Se pueden vaporizar, añadir a comidas, bebidas, cocinar, hacer aceite… o ingerir directamente.
Cosméticos CBD: el CBD también ofrece ventajas con un uso tópico. Cremas, pomadas, geles de masaje, bálsamos y ungüentos para tratar todo tipo de problemas, desde acné, eccemas, heridas o psoriasis, hasta dolores articulares o musculares.
Cápsulas CBD: como cualquier medicamento, las cápsulas son cómodas de llevar y fáciles de administrar. Fabricadas con ingredientes 100% naturales, además de CBD pueden contener otros extractos que las hacen muy apropiadas para todo tipo de problema.
Hachís CBD: es una de las últimas novedades en llegar al consumidor. Se trata de un clásico hachís elaborado con variedades de cáñamo, prensado e ideal para vaporizar o mezclar con tabaco. En muchas ocasiones se les añaden terpenos de míticas variedades para imitar su sabor.
Pasta CBD: son extracciones similares al BHO o butane hash oil, algo menos densas, y perfectas para vaporizar en vaporizadores o pipas electrónicas. Estas pequeñas pero densas inhalaciones actúan inmediatamente en nuestro organismo.
Golosinas CBD: chicles, gominolas, caramelos, piruletas, chupa chups, chocolatinas… un dulce bocado con una concentración de CBD que además de aportar sus propios beneficios, no dejará indiferente a ningún goloso. Fáciles de administrar, muchos sabores y formatos…
