En este post os dejamos 9 consejos para llevar al éxito la floración de tus plantas de marihuana .
Los cultivadores de exterior, ven como poco a poco se aproxima la fase de floración. Las horas de sol que las plantas de marihuana reciben, comienzan a disminuir, recibiendo la señal de que es la hora de la fructificación, antes de que la llegada del mal tiempo pueda poner en peligro la cosecha. Aquí os dejamos los 9 consejos más importantes para conseguir los mejores rendimientos.
9 consejos para la floración de la planta marihuana
Vigila la contaminación lumínica
La contaminación lumínica se define como la emisión de un flujo luminoso procedente de una fuente artificial nocturna puede afectar a las actividades biológicas de las plantas. Principalmente la contaminación lumínica es causada por las farolas o cualquier otra iluminación exterior en jardines, balcones o terrazas. Si su intensidad es alta, puede hacer que las plantas no florezcan o retrasen el inicio de la floración.
No realices trasplantes ni podas en floración
A estas alturas las podas son innecesarias y se deben evitar. Ya no hay tiempo para que las plantas se sobrepongan de una poda, además de que pueden llegar a causar un estrés. Los trasplantes tampoco benefician, ya que una vez la planta comienza a florecer, disminuye notablemente el desarrollo radicular.
No te olvides de los abonos de floración
Las demandas nutricionales de las plantas en floración son muy elevadas. De todos los nutrientes necesarios para las plantas, en esta fase los más importantes son el fósforo y el potasio. No prives a tus plantas de estos elementos tan necesarios si quieres conseguir los cogollos más grandes, densos y resinosos.
Ni tampoco de los potenciadores de floración
Los fertilizantes base, sólo incluyen cantidades de fósforo y potasio en cantidades necesarias para una floración sin carencias. Pero como lo que busca el cultivador es siempre un mayor rendimiento, los potenciadores de floración garantizan unas dosis extra que las plantas agradecerán engordando explosivamente los cogollos. No en vano también a este tipo de aditivos se les suele llamar también “revientacogollos”.
Anticípate y usa tutores o soportes
Muchas plantas en floración y con el peso de los cogollos, tienden a doblar sus ramas. Si a esto se le unen fuertes rachas de viento o algún posible aguacero, es posible que se rompan y terminen en el suelo. El mejor momento para en tutorar las ramas es antes de que comience la floración, ya que nos evitaremos manipular los cogollos de marihuana aún en formación y prácticamente sin resina.
Evita mojar las partes de los cogollos
Lo que menos agradecen los cogollos es la humedad. No es momento de usar abonos foliares o fitosanitarios pulverizados directamente sobre las flores, salvo que sea estrictamente necesario. Incluso después de alguna lluvia eventual lluvia en estos meses, agita suavemente la planta y sus cogollos para eliminar la mayor cantidad de agua de su interior.
Haz previsiones periódicas
Para evitarse sustos innecesarios por el ataque de plagas u hongos, las revisiones periódicas son obligadas. Una o dos veces por semana, revisa bien toda la planta, desde los tallos a los cogollos y pasando por las hojas. Es la mejor manera de detectar posibles primeros ataques y dado el caso, tomar las medidas oportunas. Lo que hoy puede ser unos pocos insectos fáciles de eliminar, mañana puede ser una gran plaga difícil de tratar. Y si tienes que usar algún tipo de insecticida o fungicida, siempre que sean orgánicos en lugar de químicos.
El necesario lavado de raíces
El lavado de raíces antes de la cosecha, sirve para eliminar del sustrato los excesos de nutrientes hasta dejarlo prácticamente inerte. 10 o 15 días antes de cosechar, haz un buen lavado. Para ello se usa el triple de agua que capacidad tenga la maceta, es decir en para una maceta de 10 litros, usaremos 30 litros de agua. Ésto obligará a la planta a consumir los nutrientes almacenados en las hojas, lo que después repercute en un mejor sabor de los cogollos al contener la materia vegetal menos restos de estos nutrientes.
Paciencia para cosechar
Conviene siempre tener paciencia a la hora de cosechar. Podemos pasar de conseguir unos cogollos super potentes, a simplemente potentes por unos días. La manera más fiable para saber el punto óptimo de maduración de una planta, es observando los tricomas. Cuando éstos tengan un color lechoso y alguno comience a adquirir tonos ámbar, será el momento en el que el THC alcance su máximo potencial. Nunca está de más adquirir un pequeño microscopio para observar estos pequeños detalles.
Marihuana, la floración
Las plantas que con tanto cariño has cuidado durante la primavera, se acercarán a un momento determinante en sus vidas: la floración. Durante esos meses, el cannabis ha dedicado toda su energía a crecer y desarrollar ramas.
Ahora, con tus cuidados, comenzará a echar flores y segregar su anhelada resina. La floración del cannabis está determinada por el fotoperiodo, en otras palabras, necesita recibir un número mínimo de horas de oscuridad para comenzar a florecer.
A partir de la noche de San Juan, el 24 de junio, los días son cada vez más cortos y las noches más largas; cuando se alcance el fotoperiodo crítico comenzará la floración.
Floracion fotodeterminada
La floración del Cannabis sativa se desencadena cuando la planta fabrica una hormona llamada “florigen”. Para producir “florigen” el cáñamo necesita recibir un fotoperiodo concreto, que es distinto para cada variedad de cannabis .
El fotoperiodo es el número de horas de luz y de oscuridad que recibe una planta (horas de luz / horas de oscuridad). Por ejemplo un fotoperiodo 18/6 significa que la planta recibe 18 horas de luz y seis de oscuridad.
El fotoperiodo necesario para que la floración se produzca, no es igual para todas las variedades de cannabis y viene dado, fundamentalmente, por el existente en el lugar de origen de la planta. La duración de los días y las noches es diferente en los distintos lugares del planeta.
Cuanto más nos acercamos al ecuador, menos variación encontramos en la duración de los días y las noches. En la misma línea del ecuador las noches y los días duran doce horas los 365 días del año. Evidentemente, cuanto más nos alejemos del ecuador, mayores serán las diferencias en el fotoperiodo. Por ejemplo cerca del polo hay fotoperiodos tan extremos como 23/1 o 1/23.
El cannabis está adaptado al fotoperiodo de su lugar de origen. Por ejemplo, una sativa colombiana que crece cerca del ecuador, donde hay muy poca variación en la duración de los días y las noches, necesitará noches de doce horas durante su floración.
En cambio, una planta aclimatada a la Península Ibérica florecerá con noches de diez horas. Por la misma razón, una planta ecuatorial cultivada en la Península es probable que retrase el comienzo de la floración hasta agosto o septiembre, cuando las noches son más largas y alcanzan las once o doce horas que necesita una maría ecuatorial.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR
Etapa de floración de la marihuana
Esta es la razón de que algunas variedades ecuatoriales, cuando se plantan en España, no completen la floración correctamente. Como no comienzan a florecer hasta muy tarde, el invierno se les echa encima antes de que maduren.
Si el cannabis no recibe las suficientes horas de noche interpreta que aún no es tiempo de florecer y no fabrica “florigen”. Normalmente cuando se cultiva en interior la floración se hace con un fotoperiodo 12/12 que provoca la floración en cualquier variedad.
En exterior no es posible regular el fotoperiodo pero si hay que tomar algunas precauciones. Es conveniente que las plantas no tengan ninguna luz cerca durante la noche, incluso unos minutos de luz pueden retrasar o incluso detener la floración.
Por esta razón, no se debe plantar cannabis cerca de farolas u otras fuentes de luz.. Para que la floración comience correctamente la noche debería ser completamente oscura e ininterrumpida. Cultivando en interior, controlamos en que momento florecen las plantas simplemente cambiando el fotoperiodo de 18/6 a 12/12. Al aire libre hay que esperar a que la naturaleza haga su trabajo.
Los machos florecen, habitualmente, antes que las hembras y no siempre esperan a que aumente el número de horas de oscuridad. En algunas variedades los machos florecen cuando alcanzan una determinada edad o tamaño, independientemente de cual sea el fotoperiodo.
Cronología de la floración
Al iniciar la floración, los machos se alargan para que su polen quede por encina de las hembras y las polinice más fácilmente. Las hembras fabrican tallos más gruesos, fuertes y cortos. Las hojas nacen cada vez con menos foliolos (cada una de las hojuelas que forman la hoja) hasta que nacen sólo con uno.
Normalmente el patrón de crecimiento de las hojas pasa de opuesto a alterno, es decir las hojas dejan de nacer de dos en dos y enfrentadas y comienzan a nacer de una en una, a uno y otro lado del tallo, alternativamente
I
El desarrollo floral comienza lentamente. La planta pega un estirón y se alarga bastante, fabrica un “esqueleto” de ramas donde colocar sus cogollos. La distancia internudos es, en este primer momento, muy grande. Al principio, sólo aparecen unos pocos grupos de flores en las puntas de las ramas. Las flores tienen los estigmas frescos, normalmente de color blanco aunque pueden ser rosados o púrpuras.
Los cálices de las flores femeninas tienen una pelusilla que los recubre pero aún presentan muy pocos tricomas. Los tricomas son unas glándulas que aparecen principalmente en las flores, aunque también están presentes en otras partes de la planta; segregan la resina que contiene los cannabinoides.
Tienen forma de seta con un tallito coronado por una bolita de resina. En este primer momento la producción de THC es muy escasa y las bolitas son muy pequeñas; conforme avance la floración irán aumentando de tamaño.
II
En un segundo momento, comienzan a aparecen cogollos al acortarse la distancia internudos y crecer la producción de flores. La planta ya huele un poco y fabrica muchas flores. La mayoría de las flores tienen los estigmas frescos. La producción de THC, sin embargo, aún no es grande.
A lo largo de toda la floración hay que manejar las plantas con delicadeza. Si manoseamos los cogollos, los tricomas se rompen y la resina se oxida, con lo que el THC se destruye. La lluvia intensa también puede perjudicar la cosecha. No sólo romperá y arrastrará algunos tricomas sino que también puede provocar que aparezca moho en el cogollo. Por esta misma razón, no se deben pulverizar las plantas una vez que la floración ha comenzado.
III
Algo después, la planta deja de crecer en altura y produce una gran cantidad de flores que van engordando los cogollos. Las hojas externas al cogollo se vuelven amarillas y se marchitan. La mayoría de las flores son fértiles y tan sólo aparecen unos pocos estigmas marrones y marchitos.
La producción de resina es muy grande y comienza a cubrir los cálices. En condiciones naturales la planta sería polinizada y comenzaría a fabricar semilla. Cultivando “sinsemilla”, matamos los machos e impedimos que las flores sean fecundadas.
Esta técnica fuerza al cannabis a fabricar más resina para mantener las flores fértiles a salvo de las radiaciones solares, mientras espera un macho que nunca llegará. Los cogollos huelen intensamente, cargados de resina.
Algunos cultivadores recolectan determinadas variedades en este momento, cuando aún hay muchos estigmas fértiles. La marihuana obtenida es más cerebral y menos sedante debido a los bajos niveles de CBD y CBN presentes en la resina. La cantidad total de THC es, eso sí, algo menor.
IV
Llega un momento en que el cannabis deja de fabricar nuevas flores y los estigmas de las existentes van marchitándose. Las plantas pierden vitalidad. Muchas hojas grandes se han caído. Hojas, tallos y flores adquieren tonos otoñales; marrones, naranjas, amarillos y púrpuras aparecen en los cálices, tallos y peciolos.. Los estigmas se marchitan y algunos se caen. Suelen adquirir un color marrón seco.
La resina, transparente al principio, conforme madura va adquiriendo un color ámbar transparente. Hay que cosechar cuando el setenta por ciento de los tricomas tienen resina ámbar o cuando entre el 60 % y el 90% de los estigmas se han marchitado y vuelto marrones. Si la resina presenta un color blanco opaco o marrón, el momento idóneo para cosechar la planta ya ha pasado y la resina se está degradando.
Lucha contra plagas
Las altas temperaturas del verano favorecen la aparición de plagas en las plantas. La mayoría de los bichitos que atacan al cannabis chupan su savia. De este modo le roban el alimento. Cuando detectemos una plaga es muy importante separar las plantas infestadas de las sanas para evitar que la invasión se extienda. Cuanto antes se detecte la presencia de una plaga, más fácil será librarse de ella. Si, por el contrario, la plaga se instala y se hace fuerte será una ardua tarea eliminarla.
Nutrientes para la floración
Para conseguir que el cannabis exprese todo su potencial, es necesario alimentarlo correctamente. Una buena nutrición es la mejor defensa contra las enfermedades y permitirá a la planta de marihuana desarrollarse al máximo. El cannabis absorbe a través de las raíces: agua, oxígeno y nutrientes.
Una tierra porosa garantiza el aporte de oxígeno, el riego facilita el agua y el abonado los nutrientes. La maría necesita para vivir tres nutrientes principales (nitrógeno, fósforo y potasio), tres secundarios (calcio, azufre y magnesio) y ocho micronutrientes (hierro, cinc, manganeso, boro, cobalto, cobre, molibdeno y cloro).
Durante la floración las plantas necesitan gran cantidad de fósforo (P) y bastante potasio (K). El fósforo se utiliza en la formación de flores y raíces y en la transferencia de la energía solar a compuestos químicos. Acelera la floración y produce flores grandes. Las deficiencias de fósforo se observan primero en las hojas de marihuana más viejas que adquieren un tono verde oscuro. Los tallos y peciolos se vuelven rojos o púrpuras.
Este no es un indicador muy fiable ya que algunas plantas tienen los tallos y peciolos rojos como rasgo genético, independiente de la cantidad de fósforo que haya. En ocasiones, las puntas de las hojas se secan y se detiene el crecimiento. La deficiencia de fósforo retrasa la floración.
El sistema respiratorio de la planta, el sistema enzimático y las síntesis de proteínas y clorofila necesitan potasio. Ayuda a luchar contra las plagas y las enfermedades y a mantener la presión interna de agua que sostiene la planta. Si la planta pierde esta presión se marchitará y los tallos serán débiles.
Las plantas que se utilicen para producir semillas necesitarán un aporte extra de potasio ya que este elemento es básico para fabricar los cañamones. Cuando a una planta le falta potasio, en las puntas de las hojas y entre los nervios, aparecen zonas de tejido muerto y seco (necrosis) además de amarillear. Las raices se infectan fácilmente y los tallos débiles no sostienen a la planta. Las hojas pueden curvarse hacia abajo.
Los fertilizantes comerciales llevan en la etiqueta las siglas N.P.K seguidas de tres números como: 3.5.7., 12.5.12., etc. Estos números indican el contenido de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) que tienen el abono. El fertilizante adecuado para la floración del cannabis ha de tener bastante fósforo y potasio y poco nitrógeno. Si además tiene microelementos mucho mejor.
Para evitar sobredosis de abono que podrían matar a las plantas, lo mejor es seguir las indicaciones de la etiqueta. En caso de duda más vale quedarse corto que pasarse ya que es mucho más sencillo corregir una deficiencia de alimento que no un exceso.
Si te pasas abonando las plantas de marihuana puedes intentar salvarlas regando la maceta durante un largo rato para que el agua que sale por los agujero de drenaje arrastre el exceso de fertilizante.
One Response