El Observatorio Nacional de Drogas de Uruguay todos los años realiza su encuesta nacional sobre consumos de sustancias, una estadística que ha cobrado importancia desde que el país reguló producción, provisión y consumo de cannabis en 2013. “El 70% de los usuarios de cannabis se sienten más libres de asumir que consumen”, indicó El director de la Secretaría Nacional de Drogas, Diego Olivera.
Esa es sólo una de las conclusiones a las que arribó el estudio que constó de dos encuestas, una destinada a la población general, que abarcó a personas entre los 15 y 65 años, y otra específica con estudiantes de enseñanza media, que analizó las formas de consumo y las percepciones de los adolescentes entre 13 y 17 años.
Como muchos creían, la legalidad no ha convertido a la marihuana en una moda entre los adolescentes. Muy por el contrario, la mayoría de los jóvenes uruguayos piensan que un consumo muy frecuente de cannabis puede ocasionar daños “muy riesgosos”.
No obstante Olivera advirtió que “el descenso de percepción de riesgo por parte de los jóvenes al consumo esporádico de marihuana nos ha llevado a profundizar los mensajes relacionados con el uso de cannabis como lo hicimos a través de la campaña en medios masivos de comunicación”, agregó.
La consultora Factum divulgó en septiembre una encuesta en la que el 15,4% de los entrevistados dijeron haber consumido cannabis en los 12 meses previos, cuando la proporción en el mismo sondeo de 2014 era de 9,3%. Es por ello que entre septiembre y octubre estuvo en marcha en Uruguay una nueva campaña de radio y televisión implementada por el Gobierno para concientizar sobre los potenciales riesgos del consumo frecuente de cannabis.
En otro sentido de la palabra riesgo, sorprende el dato de que la mitad de los usuarios de cannabis siguen comprando en el mercado negro, de acuerdo a un testimonio del propio Olivera a los medios locales en abril. El funcionario indicó que para aumentar la participación del mercado legal es necesario que la venta en farmacias crezca “en cantidad, porque hay zonas del país donde no hay” farmacias registradas para dispensar cannabis. Son sólo 12, la gran mayoría en Montevideo, las que hoy están habilitadas para distribuir cannabis. Había algunas más, pero se retiraron por las restricciones que les impusieron los bancos, obligados por regulaciones internacionales que prohíben a las instituciones financieras manejar activos procedentes de la venta de drogas.
“Los datos de las encuestas que hemos realizado demuestran que los adolescentes siguen creyendo que el uso frecuente de cannabis es muy riesgoso; sin embargo, hemos visto que hay un descenso en la percepción de riesgo fundamentalmente asociada al uso esporádico”, explicó en esta ocasión a la agencia Sputnik.
Otro dato saliente, y que concuerda con la tendencia vigente en todos los países del mundo libre, indica que la legalización no conlleva una explosión del consumo. El funcionario dijo que a partir de la liberación no se ha registrado un “aumento desproporcionado” del uso de la planta y que “en gran medida (el consumo) está influenciado por el hecho de que se está ante un clima cultural distinto” desde la regulación de la ley de 2013.
Actualmente existen en Uruguay más de 100 clubes de cannabis, más de 28.000 personas habilitadas para la compra legal (que se realiza a través de farmacias) y alrededor de 7.000 cultivadores para autoconsumo, según datos oficiales.
Por Rama