Puede que pienses que estás regando tus plantas de marihuana como se debe hacer. Pero quizá estás cometiendo alguno de los errores al regar más comunes
Errores al regar plantas de cannabis
El riego es la tarea a la que dedicaremos más horas a lo largo de un cultivo. Todas las semanas, lo normal es tener que hacerlo mínimo un par de veces. En principio parece sencillo. Pero regar no es solo añadir agua o agua con abonos, sino que se deben tener en cuenta varios aspectos.
La diferencia entre un cultivo bien regado y otro mal regado puede ser enorme, ya que directamente puede afectar a la asimilación de nutrientes y a la salud en general de la planta. En nuestro artículo de hoy repasamos los errores más comunes al regar plantas de cannabis que siempre debes evitar.
No dejar reposar el agua
La mayoría de cultivadores usará agua de grifo para regar sus plantas. Pero entre los elementos que se usan para potabilizar esta agua se encuentra el cloro como el más común de ellos.
Aunque a nosotros no nos afecta beber un agua clorada, salvo el mal sabor que tiene, a las bacterias y microorganismos del sustrato sí. Precisamente se usa para matar bacterias, tanto las buenas como las malas.
Simplemente dejando reposar el agua unas 24 horas en un cubo o garrafa, será suficiente para que el cloro se degrade y no afecta a la vida del suelo.
Se puede reducir este tiempo si dejamos los cubos o garrafas al sol, por ejemplo en la terraza o balcón. Gracias a la acción de los rayos ultravioleta el cloro se degradará mucho más rápido.
No regular el pH
Es uno de los errores al regar más comunes. Porque en general, los novatos no prestan demasiada atención a este tema hasta que comienzan a presentarse los primeros problemas
El pH o potencial de hidrógeno indica el grado de acidez de una solución, en este caso el agua de riego o la combinación de agua y abonos.
Todos los nutrientes que la planta de marihuana necesita para su desarrollo se encuentran en un rango que va de 5.5 a 7.0. Aunque alguno de ellos en los valores extremos de este rango, puede ser de difícil asimilación por parte de las raíces.
Y por encima o por debajo de este rango, algunos nutrientes directamente no se asimilan, aún estando disponibles en dosis altas en el sustrato.
Lo ideal y siempre hablando de cultivos en tierra, es mantenerlo entre 6.0 y 6.5. Y siempre se debe regular después de añadir los abonos, si es que los usamos.
Regar con agua fría
A nosotros en un día de mucho calor lo que nos pide el cuerpo es una bebida bien fría. Incluso con hielo. Pero no pienses que las plantas tienen nuestros mismos gustos.
A las plantas de cannabis ese cambio brusco de temperatura les puede causar un shock térmico en las raíces y una transpiración intensa en hojas y tallos. Además, los nutrientes se disuelven con más lentitud, lo que afecta a su asimilación.
Por contra, un agua muy caliente incrementa la energía cinética de las moléculas, lo que provoca un aumento de la velocidad de las reacciones químicas que puede llevar al colapso.
La temperatura ideal del agua de riego debería oscilar entre los 20º y los 25º. En invierno y si fuese necesario, usa un termocalentador en la garrafa o cubo con agua. Tus plantas lo agradecerán.
Regar poco
Regar poco es regar mal. Una planta necesita que todo el sustrato disponible siempre tenga cierto nivel de humedad, de lo contrario las raíces evitarán las zonas secas.
Regar una pequeña planta en una maceta de 7 litros con un vaso de agua al día, como hacen muchos cultivadores, es un grave error, ya que no se llegará a humedecer todo el sustrato y las raíces se concentrarán en un único lugar.
Se debe regar siempre empapando completamente el sustrato, preferiblemente hasta que comience a salir agua por el drenaje del fondo de la maceta. Y no se debe volver a regar hasta que los 3-4 cm superficiales del sustrato estén secos.
Un truco es levantar la maceta si es pequeña, o intentar simplemente moverla si es un gran contenedor. En una maceta que apenas pesa, el sustrato estará bastante deshidratado y necesitará regar.
Regar rápido
Cuando un sustrato se deshidrata en exceso, además de contraerse y separarse del borde de la maceta, crea sobre la superficie una capa impermeable que no retiene el agua.
Y en estos casos, cuando se riega, el agua se desliza directamente por ese hueco entre el sustrato y las paredes de la maceta hasta el drenaje, si apenas llegar a humedecer el sustrato.
Muchos cultivadores, cuando sucede esto, creen que el sustrato está encharcado y ya no admite más agua. Pero es otro de los errores al regar. La planta en poco tiempo comenzará a mostrar síntomas de falta de riego.
Para que esto no ocurra, remueve antes de regar la superficie del sustrato, por ejemplo con un tenedor viejo. Y a continuación, añade un poco de agua a cada planta.
Así el sustrato va absorbiendo el agua lentamente y comenzará a expandirse nuevamente. Tómate tu tiempo, y añade pequeñas cantidades de agua a cada maceta hasta que veas que comienza a salir agua por el drenaje.
Regar en exceso
En el extremo opuesto está el regar en exceso. Y con esto nos referimos a mantener el sustrato siempre encharcado, regando sobre lo ya regado. Y este es de los errores al regar más letales para las plantas.
Aunque el cannabis llega a consumir grandes cantidades de agua, odia un sustrato siempre encharcado. El agua desplaza del sustrato el oxígeno tan necesario para las raíces.
No todas las variedades consumen la misma cantidad de agua. Y también depende mucho del tamaño de la planta, de la temperatura y hasta de la humedad ambiente.
Siempre debe ser la planta la que nos pida los riegos cuando los necesite. Nunca debemos fijarnos un día y hora porque es uno de los grandes errores al regar. La planta puede necesitarlo o no, dependiendo de todos estos factores.
Usa el truco que hemos comentado anteriormente. Levanta la maceta o intenta moverla. Un sustrato encharcado pesará como si la maceta estuviese llena de agua. 1