Por Felix Larocca
La marihuana es otra droga para la que el cerebro parece tener los cables pre-instalados.
La marihuana es una droga ‘selectiva’ e ‘intelectual’, porque se encuentra mayormente, en la corteza cerebral
En los últimos años, mientras que los investigadores han estado muy activos estudiando las alteraciones químicas causadas por el alcohol, la cocaína, la nicotina, la heroína y los tranquilizantes, la droga ilegal, más popular en América ha permanecido un misterio científico.
Es la droga que millones de americanos han usado por años, y la que permanece la menos estudiada de todas.
Esta droga, sin duda, es: la marihuana…
Al final de los años 1980s, un grupo de investigadores del National Institute of Mental Health (NIMH) estaba investigando una categoría de receptores llamados péptidos del dolor.
No lejos de donde ellos conducían sus labores, el neuroanatomista Mark Herkenham, estaba trabajando con unas muestras de un poderoso análogo de THC que la casa Pfizer había desarrollado.
Herkenham estaba mapeando las áreas del cerebro que se encendían con actividad neural bajo la influencia del THC, y el cuadro que estaba obteniendo le lucía muy similar a la distribución cerebral del que obtenían sus colegas contiguos con el receptor misterioso que exploraban.
Cuando los dos grupos de investigadores añadieron el THC sintético a los nuevos receptores, obtuvieron su respuesta.
Encontraron que en el cerebro existe un receptor específico para el THC, el ingrediente activo en la marihuana. (Véanse mis ponencias al respecto).
Una vez que siguieron explorándolo, los científicos de NIMH encontraron que este nuevo receptor existe en toda clase de cerebro mamífero. Sin embargo, ninguna otra droga que ensayaron reconocía este receptor.
Algo extraño.
Lo que sugiere que la marihuana es otra droga para la que el cerebro parece tener los cables pre-instalados.
Históricamente, los arqueólogos han descubierto los restos de una niña que hace 16,000 años muriera al nacer. Entre las cenizas se encontraron trazas de THC.
Los científicos especulan que una comadrona administró la droga para aliviar el dolor de la madre durante un parto difícil.
Receptores de marihuana en el cerebro
Los investigadores en NIMH se sorprendieron por la densidad de los receptores de canabinoides en la corteza cerebral, y por la falta relativa de los mismos receptores en el sistema límbico.
El uso de la marihuana, por sí sola, muy raramente causa el mismo tipo de explosiones límbicas violentas que se asocian con el abuso del alcohol, la cocaína, y las anfetaminas.
En cierto modo, la marihuana es una droga ‘selectiva’ e ‘intelectual’, porque se encuentra mayormente, en la corteza cerebral. El receptor al THC está ampliamente distribuido por toda esta región, demostrando ser único en muchos respectos.
Pero, éstos, no están presentes solamente en los seres humanos.
Las moscas de las frutas están dotadas con unos cuantos receptores de los canabinoides, este mismo se ha descubierto en erizos de mar, y en algunos peces. Lo que deja a los investigadores pasmados, pensando en el rol evolutivo que pudo haber jugado esta sustancia psicoactiva tan antigua y tan generalizada entre diversas especies.
Parece ser que el receptor THC, apareció muy temprano durante la evolución, y, si todavía persiste, es porque llena alguna función biológica de importancia, aunque ésta se desconozca.
Para este receptor, no existe evidencia de tolerancia o síndrome de abstinencia en animales, que son los determinantes clásicos de la adicción.
Por unos cincuenta años, millones de americanos han usado marihuana sin demostrar síntomas de abstinencia.
La mayoría de los que la usan, de manera recreacional, se quejan de que, sólo cuando la emplean en exceso, se sienten letárgicos y molestos.
De todos modos, muchas personas que se consideran a sí mismas adictas a esta droga, buscan la ayuda de AA para combatir esta ‘adicción’.
Siendo una molécula tan complicada, nadie está seguro de que sea, de veras, adictiva.
Muy pocos usadores de marihuana aceptan las píldoras de THC. Como Marinol, porque dicen que los embota y aletarga como si fuera Valium.
Aparentemente, existen otros componentes en las hojas de marihuana de diferente proveniencia que asimismo pueden afectar la experiencia obtenida.
Lo que, por cierto sabemos, es que la marihuana actúa de la manera que todas las drogas lo hacen: por medio de alteraciones de las vías de los centros de recompensa.
Fuente Un blog de las neurociencias