Mientras México sigue estirando su burocracia para decidir la legalización de la marihuana, un mega cultivo crece a la sombra del Congreso.
Se trata del Plantón 420, un verdadero campo de cannabis que fue instalado en un parque municipal ubicado frente al palacio legislativo, en una zona muy concurrida de la CDMX.
El objetivo desde el primer día ha sido conseguir la liberación de la sagrada planta, aunque no fue un camino libre de espinas.
Pepe Rivera es el encargado de comunicación del Movimiento Cannábico Mexicano, responsables del mega cultivo de marihuana frente al Congreso de México que ha llegado a tener más de 1.100 plantas.
Sí, un verdadero bosque de mota en pleno centro de la capital mexicana.
“El lema del Plantón 420 es que se regule sin fines de lucro el mal llamado autocultivo, y el cultivo compartido, o clubes”.
“Esos dos son dos de los tres mecanismos para dar acceso y el tercero es el mercado. Eso es lo que han intentando armar”.
“Estan intentado regular un privilegio para unos cuantos que quieren fumar”, dice Pepe a LaMarihuana.
PLANTÓN 420: MARIHUANA FRENTE AL CONGRESO
Existe una razón por la cual el cultivo de marihuana frente al Congreso de México no sólo no ha sido levantado sino que se convirtió en el primer jardín legal de marihuana.
Es que se trata de un espacio de activismo, por lo cual está respaldado por la constitución.
Fue el 2 de febrero de 2020 que se decidió la ocupación de los canteros de la plaza que, además, se llama Luis Pasteur y también tiene una estatua en su honor.
Sí, como en aquella historia que, justamente, le da a nuestro movimiento la numeración especial del 420.
Fue ese día la primera vez que los mexicanos cortaron su aburrida rutina cada vez que pasaban por allí con una verde y liberadora imagen.
La plaza Luis Pasteur está encerrada por el propio edificio del Senado mexicano, la calzada Manuel Villalongín y las famosas avenidas Insurgentes y Reforma, la del Arjona taxista y los cigarros “que dan risa”.
Hace un año que un grupo de personas monta guardias allí todas las noches. En la plaza cocinan, duermen, comen y conviven en resguardo de las hierbas.
“Estamos justo fuera del Senado, en dos de las avenidas principales de México, una es Reforma, donde se celebran todas las cosas”.
“Y la otra es Insurgentes, la que fuera durante mucho tiempo la calle más larga de América Latina. Pasan por día miles de personas”, cuenta Pepe.
La primera jardinera, o cantera, de la plaza Luis Pasteur fue ocupada por las plantas el 2 de febrero de 2020, pero el primer cultivo fue en 2019.
A esa primer jardinera la bautizaron ‘María Sabina’, una curandera indígena mazateca que vivió 91 años y usaba hongos alucinógenos para sus brebajes.
La figura de Sabina es una bandera para todos y todas las mexicanas que luchan por la liberación de las sustancias psicoactivas.
PLANTÓN 420, COVID-19 Y PANDILLEROS
El Plantón 420 venía sobre rieles, y en el verano anterior llegaron a tener más de 1.100 plantas.
Sin embargo, llegó la pandemia de coronavirus, y todo comenzó a complicarse.
“Cuando explotó la pandemia el plantón estaba a punto de desaparecer”, recuerda Rivera, “en abril el plantón también fue a los efectivos de la alcaldía, que quisieron levantarlos por las medidas sanitarias”.
Las medidas para combatir al covid-19 también alcanzaron a muchos de los activistas, que eligieron volver a sus hogares.
Entonces, se cortaron las proyecciones, las jornadas con DJ’s y las pláticas.
En ese momento unos 10 valientes se quedaron a cuidar unas 300 plantas.
El parque estaba abierto pero se acercaron indigentes y “la maña”, los malos del barrio.
El lugar se convirtió en un bar a cielo abierto con todos los condimentos: riñas y venta de sustancias.
La gente no podía distinguir entre ellos y el movimiento, por lo que el plantón, otra vez, corrió peligro de desaparecer.
Fue ahí que el Movimiento Cannábico Mexicano decidió responder con mucho más activismo.
En abril ocuparon el segundo cantero, al cuál llamaron ‘Tin Tan’, en honor al actor nacido en 1936 que llevó por primera vez la marihuana al cine.
UN AÑO DE CULTIVO DE MARIHUANA FRENTE AL CONGRESO
En medio de la pandemia, y con la llegada de la temporada de lluvias empezaron a crecer muchas semillas que volaban por los aires.
Entonces, se generó un sector de silvestres que ocupó de hecho otro espacio.
A esa tercera jardinera la llamaron ‘Agustin Lara’, por el famoso músico mexicano que tenía a la marihuana como musa inspiradora.
Los responsables de cultivo de marihuana frente al Congreso de México llevan un registro de las genéticas de marihuana que crecen frente al Congreso de México.
Allí puede encontrarse Critical Orange, Strawberry banana, Purple Haze, Jalpur -una sativa del banco Mexicanna-, Royal sativa y Silver super Haze.
Esas variedades son todas de protesta, no se fuman ni se regalan, se hacen ‘friegas’ (preparados con alcohol), y se ofrecen a las muchas personas mayores que se acercan.
En la plaza Luis Pasteur también hay una carpa de cultivo con un indoor, sin embargo, los legisladores parecen no haberse enterado todavía.
Cada martes y jueves los senadores sesionan en el Congreso. Si no nos quieres ver, nos van a oler, pensaron los creadores del Plantón de marihuana 420 frente al Congreso de México.
En consecuencia, organizaron fumatones cada semana, aunque la indiferencia siguió siendo la reacción general de quienes hacen las leyes mexicanas.
“Nunca bajó ningún legislador a hablar con nosotros, entonces gobiernan para intereses personales”, resumió Pepe.
Hoy, el Plantón 420 necesita ayuda, en este caso, donaciones de materiales de construcción.
El nuevo objetivo es que el Plantón 420 se convierta en un centro de actividades que incluya una carpa de cultivo y una cocina.
También un pequeño museo para concientizar a la población y continuar con su lucha en las mejores condiciones.
“Queremos que todo el parque sea declarado un museo vivo de derechos humanos”, revela Pepe.
En el cultivo de marihuana frente al Congreso de México también hay un área de fumadores donde puede entrar quien quiera.
Para esta actividad hay dos horarios: de 11:00 a 15:00 hrs. y de 16:00 a 20:00 hrs.
Quienes asistan al cultivo de marihuana frente al Congreso de México deberán respetar la sana distancia y permanecer allí un tiempo no mayor a media hora para que otras personas puedan pasar.
Como dicen en el plantón, esta es la mejor forma de “salir del clóset” y demostrarle a la sociedad que no hay nada malo en fumarse un porrito.
Sobre todo ahí, donde la plaza Luis Pasteur ofrece unos minutos de sosiego y buenos humos, en medio del tronar de caños de escape y una pesada burocracia que, muchas veces, hace perder de vista cuestiones fundamentales.
Como, por ejemplo, la libertad.
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