Entrevista a Carlos Álvarez Vara en Elmundo.es , miembro de la Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas
“Desde 1912 hasta la actualidad el consumo de drogas se ha hecho universal. La prohibición no ha servido para nada”. Son palabras del médico Carlos Álvarez Vara, miembro dela Comisión Clínica dela Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Como integrante de este grupo de expertos, que comenzó su andadura hace aproximadamente cinco años, ha elaborado informes, monografías y documentos relativos a su consumo. Ahora, mientras espera para conocer si se disuelve este órgano consultivo, ha querido compartir sus conocimientos con los jóvenes que participan en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander.
“Lo último que hemos hecho ha sido un trabajo interesante sobre drogas emergentes, las actuales sustancias que se venden por internet parecidas al cáñamo, pero que no dan positivo en orina: sustancias parecidas a las anfetaminas, pero que están en el límite de lo legal y lo no legal”, explica Álvarez Vara sobre los éxtasis nuevos de venta digital, cuyos riesgos para la salud desconocen los expertos y los propios consumidores. Por ello, afirma que su labor también consiste en acabar con los mitos que rodean a esta problemática.
“La gente suele creer que las drogas han existido desde que el Homo sapiens está sobre la tierra, y hay que explicar que esto no es así. Es mentira decir que todas las drogas son igual de malas y que probar un porro es lo mismo que ser adicto a la heroína“.
El psiquiatra considera que cuando estas cuestiones no se aclaran, la gente empieza a desconfiar incluso de los profesionales. “Nunca se ha clasificado la peligrosidad verazmente y ponderadamente de estas sustancias y se trabaja con una lista elaborada en 1912”, apunta, y añade que el consumo se ha convertido en un problema global.
“Los políticos tienen miedo a esas cosas y son conservadores, así vulneran el nivel de conocimiento que se ha adquirido en 100 años”, afirma sobre la pasividad ante la aprobación de nuevas regulaciones.
Álvarez Vara ha desempeñado cargos a nivel internacional, y ha viajado por muchos países y, por eso, dice que España es bastante modélica en algunos temas, aunque faltan cosas por hacer: “Todavía somos un poco catetos o parados en acometer una verdadera tarea de prevención”. Y revela una acción que considera fundamental: “Hay que hacer una cosa que no gusta, que es meter el tabaco y el alcohol en el mismo saco que las sustancias prohibidas. Todavía hay millones de personas con inversiones que siguen defendiendo, porque es un ejercicio de poder y cultura, que se vendan libres de impuestos en aeropuertos”.
Para él la clave está en que las personas entiendan que se lo pueden pasar bien sin necesidad de recurrir a sustancias alteradoras. “Y si las utilizan que sean conscientes y prudentes en la frecuencia, en el contexto, y que sepan buscar ayuda sanitaria si surge la situación, que no exista vergüenza en el caso de una complicación. Peor es huir que asistir a una consulta”, declara.
“Hay gente que le parece muy escandaloso, si vas a un festival de música en Cáceres o en Benicasim, por ejemplo, que haya gente que te pregunte qué has comprado, y que te diga que si te pones malo puedes acudir a ese lugar”, denuncia y ensalza la labor que hace un colectivo como Energy Control que presta servicios de asesoramiento y prevención in situ.
La Comisión Clínica, otro organismo en la cuerda floja
“Sabemos que están reduciendo los presupuestos, aunque somos todos honoríficos y no es un problema de dinero, porque nadie cobra en esa comisión, pero sé que últimamente hay tendencia a restringir porque daba lugar a que los miembros de Murcia, Barcelona, etc., se tuviera que desplazar… y parece que no puede ser”, señala Carlos Álvarez Vara sobre la incertidumbre que rodea al organismo de expertos que depende del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
En septiembre se reunirán con el delegado del gobierno en su materia, Francisco Babín, para aclarar la situación, aunque quiere poner de manifiesto que si se disuelve, no tendría efectos graves en esta materia al tratarse de un órgano consultivo.
“No necesito ningún nombramiento para poder ayudar. Pienso que no desaparecerá del todo, no sé que forma tomará, pero seguiremos con nuestra labor”, explica. “Los asesores técnicos como soy yo no siempre decimos lo que un gobierno quiere”, prosigue. Y añade: “Antes o después la verdad se impondrá y la racionalidad también. Esto no se puede sostener, pero mientras el poder lo ostente quien lo ostenta no va a cambiar”.
Fuente Elmundo