Holanda.- “En los coffeeshops te lo sirven ‘en bruto’, en canutos ya preparados y mezclados con tabaco o marihuana sola o a gusto del consumidor. Cualquiera puede encontrar un sitio de estos, si no es por las luces, siguiendo su olfato”, describe el portal Holanda Latina, al describir los coffee-shop, expendios en los que está permitida la venta de cannabis.
Ante la crisis económica y la estimación de más de medio millón de “turistas de la droga” al año, el alcalde de Amsterdam, Eberhard van der Laan, ha pactado con el equipo de gobierno del Ayuntamiento evitar el cierre de los “coffee-shops”.
Sería en enero de 2012 cuando entraría en vigor en la ciudad holandesa la ley que limita la venta de marihuana en dichos establecimientos para “no holandeses”; sin embargo, ante los tiempos de crisis, la medida diseñada para luchar contra el “turismo de la droga” ha pasado a segundo término.
“La norma que se encuentra activa en las provincias del sur de Holanda Brabante, Limburgo y Zeelandia, obliga a los “coffee-shops” a convertirse en clubes privados con un máximo de 2 mil socios, que deberán demostrar que son residentes legales en Holanda. En diciembre de 2011, el Tribunal de Justicia de la UE ya respaldó la decisión del municipio holandés de Maastricht, capital de Limburgo, de prohibir el acceso a esos establecimientos a los no residentes en Holanda”, dio a conocer ABC.
Se estima que la ciudad de Amsterdam recibe anualmente más de 7 millones de turistas, de los que se estima que aproximadamente medio millón acude a esos establecimientos a fumar marihuana.
La iniciativa del coffee-shop se remonta a Kees Hockert, quien en 1961 descubrió un vacío legal en el código penal, ya que estaba prohibido poseer hojas secas de cannabis, pero no cultivarlas.
La legislación vigente permite a los dueños de los coffee-shops vender no más de 5 gramos por persona y a no tener en posesión más 500 gramos.
Fuente Lado B
