La legalización del cannabis en México sin dudas abrirá nuevos debates, y el próximo podría ser en torno al cultivo de amapola.
La forma en que la legalización del cannabis en México puede afectar a los pequeños cultivadores es uno de los temas en pugna, y todavía no se discutió la amapola.
Es que esas son las dos plantas que más crecen en los campos y montes mexicanos, al mismo tiempo, principal fuente de ingreso para miles de familias de campesinos y campesinas.
Es por eso que un artículo de la periodista mexicana Cecilia González en RT se pregunta: ¿Después de la marihuana sigue la amapola?
La columna intenta determinar cuál será el futuro de la legalización de las drogas en México.
“Estamos en esa etapa de análisis, de reflexión, sobre lo que más le conviene a México. Y vamos a tomar decisiones”.
Esa es la frase que utilizó el presidente de México Andrés Manuel López Obrador para abrir la puerta a la posibilidad de legalizar el cultivo de la amapola.
La flor también conocida como adormidera es la materia prima para la fabricación de opio y sus potentes derivados legales e ilegales, como la morfina y la heroína.
Lo dijo en el contexto ideal, ya que ese día la Cámara de Diputados avanzó en el histórico proyecto de regulación de la producción, venta y consumo de marihuana.
Dos días después, la cámara baja lo aprobó y lo envió con media sanción al Senado para su ratificación.
La misma deberá ocurrir, a más tardar, el 30 de abril para cumplir con un fallo de la Suprema Corte de Justicia.
Con el multimillonario negocio del cannabis legal en puerta, López Obrador no descartó que en un futuro ocurra lo mismo con la adormidera.
“En lo que tiene que ver con la comercialización de la marihuana, de la amapola, se ha tomado la decisión de iniciar un análisis de fondo sobre estos cultivos”, dijo el mandatario.
MÉXICO PUEDE SACAR RÉDITO DEL CANNABIS Y LA AMAPOLA
Sin dudas que una legislación semejante sería tan, o aún más, revolucionaria que la del cannabis.
También implicaría una transformación radical del mercado, dado que México podría producir morfina, el indispensable derivado medicinal del opio.
Hasta el momento, esa fabricación es monopolizada casi en su totalidad por Australia, Alemania, Austria, China, Eslovaquia, España, Francia, Holanda, Hungría, India, Inglaterra y Japón.
También Macedonia, Nueva Zelanda, Polonia, Rumania, Turquía y Ucrania tienen autorización de Naciones Unidas para cultivar amapola.
Por lo pronto, López Obrador ya puso manos a la obra, con el impulso de programas de sustitución de plantíos para los campesinos del llamado Triángulo Dorado.
El área es compartida por Sinaloa, Chihuahua y Durango (centro norte), más el estado de Guerrero (sur), dejen de sembrar la planta de donde, de manera ilegal, se extrae la goma de opio.
La tentación es grande ya que ese producto es muy preciado para los narcotraficantes que la transforman en costosas sustancias ilegales que envían a EEUU, principal mercado.
Pero el presidente ya fue más allá al advertir que México, país líder en la producción y tráfico de drogas ilegales, está en condiciones inmejorables para tomar decisiones autónomas.
“El Gobierno no está subordinado a gobiernos extranjeros ni a grupos de intereses creados”.
“Somos libres… entonces, tomar una decisión que beneficie al pueblo es algo que se puede realizar sin miramientos”.
“Todo lo que beneficie al pueblo, todo lo que signifique reducir la violencia, pacificar al país”, explicó.
La expectativa está puesta en lo económico pero también en lo humano, en un país donde el crimen organizado ha dejado más de 300.000 personas asesinadas y más de 80.000 desaparecidas.
MÉXICO YA PENSABA EN LEGALIZAR LA AMAPOLA
No es nueva la idea de legalizar la amapola, además del cannabis, en México.
En 2018, en plena campaña presidencial para llevar al partido Morena al poder, el propio AMLO y su ahora secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, ya hablaban del tema.
Ambos reconocieron que analizarían la legalización de la amapola con fines medicinales, por aquel entonces.
La funcionaria más importante del gabinete reiteró la propuesta a fines de enero.
“Llegará un momento, probablemente no inmediato, pero sí a mediano plazo, en donde estos opiáceos puedan llegar a ser regulados en alguna legislación para que también podamos obtener todo tipo de medicinas”, dijo Sánchez Cordero.
La funcionaria ejemplificó: “la morfina y otro tipo de sedantes muy necesarios, por cierto, para poder resolver el tema de los enfermos de covid en donde tienen que estar anestesiados y tienen que tener este tipo de medicamentos”.
En ese sentido, dijo, la regulación del cannabis es muy alentadora, ya que representa cambios a las políticas de drogas que antes eran impensables.
México fabrica de manera ilegal el seis por ciento de opio a nivel mundial, lo que lo convierte en el tercer país productor después de Afganistán (líder absoluto con el 84 por ciento) y Birmania.
Al igual que ha ocurrido con el resto de las sustancias ilegales, la prohibición no ha sido impedimento alguno para que el mercado florezca.
Tampoco ha frenado la siembra de amapola, al contrario, de acuerdo con los informes anuales de la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC), la superficie cultivada en México aumentó de 1.900 a 44.100 hectáreas entre 2000 y 2017.
Asimismo, más del 80 por ciento de la producción mexicana se trafica a EEUU, que ya ha padecido varias epidemias por consumo de drogas derivadas del opio, principalmente la heroína.
A diferencia de la marihuana, que es una planta ancestral en México, la amapola comenzó a cultivarse en el país recién a principios del siglo pasado.
Sin embargo, no tenía la calidad necesaria para competir con la heroína que provenía de Asia y que entonces representaba el 90 por ciento de la que se consumía en EE.UU.
Con el paso de las décadas, el avance de las políticas prohibicionistas alcanzó a la adormidera, que de cualquier forma se desarrolló y mejoró en suelos mexicanos.
Eso fue gracias, en parte, a la demanda de morfina que necesitaba EEUU para sus soldados.
Hay múltiples estudios de la epidemia de adicción que dejó, por ejemplo, la guerra de Vietnam.