El porro es el método de consumo de marihuana por excelencia. Porro, canuto, peta, mei, tronco… tiene mil nombres pero una única esencia, la de envolver una buena hierba en un papel. Hay verdaderos virtuosos que realizan los porros más sofisticados e inverosímiles, todo un arte efímero que desaparece tras unas caladas.
Una cachimba también conocida como shisha, narguile o hookah, es un dispositivo de origen incierto, posiblemente en la India, China o Egipto hace más de 600 años. Durante la colonización británica se comenzó a exportar a occidente, volviéndose muy habitual su uso.
Un bong es una pipa de agua. Su nombre es una adaptación de la palabra tailandesa baung, que es un tubo cilíndrico de madera usado para fumar que popularizó en USA tras la guerra de Vietnam. Hoy en día los bongs de vidrio son un clásico entre los amantes de la marihuana.
Aunque un vaporizador no produce humo, también lo incluimos en esta lista. Son equipos que calientan la hierba sin crear combustión, con lo que se aspira únicamente los vapores de los cannabinoides sin ninguna sustancia nociva. Son una de las maneras más saludables de consumir marihuana.
Los cuchillos calientes nos puedes sacar alguna vez de un apuro en esos momentos en que te quedamos sin papel. Calienta dos cuchillos sobre un hornillo de la cocina y aplanta con ellos un pequeño cogollo, aspirando rápidamente el vapor creado. Y cuidado, porque los efectos son como un martillazo en la cabeza.
El submarino se popularizó en Hawaii, al que llamaban Total Absorption o “absorción total”. Se encerraban en un coche con las ventanillas subidas y fumaban varios porros, respirando continuamente en humo del interior. La idea en un principio fue la de colocarse mucho gastando poco.
Un casco o máscara es un submarino a pequeña escala. Al casco se le hace un agujero por donde entre la boquilla del porro y con una bufanda o cualquier trapo de tapan sella alrededor del cuello. Se fuma el porro y se vuelve a inhalar el humo del interior del casco una y otra vez.
Las pipas son simples quemadores de marihuana con una boquilla para aspirar, es un método muy común y práctico. Se pueden hacer pipas con cualquier objeto, siendo las más llamativas las de frutas como manzanas, melones o plátanos. Además del frescor del humo a su paso por la fruta, se disfruta de su sabor.